«Yo desde mi calabozo y con las limitaciones que me imponen la prisión y el régimen Chavista, seguiré dando hasta la última gota de lágrima, de sudor o sangre por la democracia, la justicia y la libertad», aseguró en una carta.
Indicó que «de aquí a diciembre de 2012, se ocasionarán daños tan graves al país, que resulta ingenuo pensar que con las elecciones presidenciales todo estará resuelto. Esperar sólo las elecciones es ingenuo e insuficiente. Hace falta tomar medidas adicionales no para infringir la ley sino para hacer cumplir la ley proteger la Constitución y defender los derechos de todos los venezolanos».
Agradeció a quienes lo han acompañado durante los últimos seis años y manifestó que «aun aislado, incomunicado, no dejo de darme cuenta de que nuestro país está sumido en una profunda crisis moral. La violencia superó al diálogo y la compasión ha sido derrotada por la discriminación la ira y la parcialidad».