Nate Siggard, artista tatuador de Los Ángeles (California, Estados Unidos), ha diseñado tatuajes especiales con forma de onda sonora que esconden un sonido o melodía personalizada elegida por el cliente, de las palabras de amor de un ser querido a una canción especial o incluso el sonido que emite una mascota. Se llaman Soundwave Tattoos y funcionan junto a una aplicación móvil.
El único ‘pero’ es su precio: además de lo que cuesta grabarse el dibujo, se deben pagar 40 dólares (33 euros) anuales el primer año por el servicio de reproducción, que se reducen a 10 dólares (8 euros) en los años posteriores. El milenario arte del tatuaje también se está subiendo al carro de la tecnología, como prueban este proyecto y otros como el de Chaotic Moon, una compañía estadounidense que ha diseñado un tatuaje electrónico temporal para monitorizar datos biométricos y realizar operaciones financieras, entre otras acciones.