La nave Voyager 2 acaba de abandonar la heliosfera —capa superior de la atmósfera terrestre compuesta principalmente por helio que ocupa gran parte del Sistema Solar—, en lo que constituye la segunda vez en la historia que un objeto diseñado por el hombre llega al espacio que hay entre las estrellas, informa la NASA, a cargo de la misión.
Aquella sonda fue lanzada en 1977 y los científicos creen que cruzó la burbuja que protege la Tierra de las partículas y campos magnéticos emanados por el Sol el pasado 5 de noviembre. La Voyager 1 ya había atravesado este límite en 2012, pero esta nave cuenta con mejores instrumentos para obtener nueva información del viaje.
Histórico: La nave Voyager 2 de la NASA llega al espacio interestelar
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La sonda, que transmite datos desde hace 41 años, había superado el límite de la heliosfera el 5 de noviembre y continúa con su misión a cargo de la NASA.
La nave Voyager 2 acaba de abandonar la heliosfera —capa superior de la atmósfera terrestre compuesta principalmente por helio que ocupa gran parte del Sistema Solar—, en lo que constituye la segunda vez en la historia que un objeto diseñado por el hombre llega al espacio que hay entre las estrellas, informa la NASA, a cargo de la misión.
Aquella sonda fue lanzada en 1977 y los científicos creen que cruzó la burbuja que protege la Tierra de las partículas y campos magnéticos emanados por el Sol el pasado 5 de noviembre. La Voyager 1 ya había atravesado este límite en 2012, pero esta nave cuenta con mejores instrumentos para obtener nueva información del viaje.
Para llegar a la conclusión reciente de que se cruzó el margen, los expertos se guiaron en que el plasma a bordo del artefacto dejó de registrar viento solar en el ambiente, siendo la prueba más determinante.
«Todavía hay mucho que aprender sobre la región del espacio interestelar más allá de la heliopausa —límite entre la heliosfera y el espacio interestelar—», comentó Ed Stone, uno de los especialistas a cargo del proyecto.
Así las cosas, Voyager 2 se encuentra a unos 18.000 millones de kilómetros de su origen y los datos que envía a la superficie terrestre viajan a la velocidad de la luz, pero tardan unas 16 horas en llegar a su base en California (EE.UU.). Para tomar dimensión de aquella distancia, vale mencionar que la luz solar tarda unos ocho minutos en llegar a la Tierra