Las clínicas están saturadas y bajo la mira gubernamental

    De nada le sirvieron los 82 años de edad ni el dolor que traslucía su rostro por la caída sufrida el día anterior. Restregándose los ojos con fuerza, parecía estar ajena a los esfuerzos de su hija para tratar de que la ingresaran ayer a la emergencia del Instituto Diagnóstico en Caracas. «Me acaban de decir que no me la pueden aceptar porque tienen un problema con el seguro», decía con desesperación contenida, Haydée Bolívar.

«Mi mamá es hija de dos educadores y tiene la póliza del Ministerio de Educación. Yo llamé el viernes y me dijeron que no había problema. Hoy la traigo y me dicen que lo único que pueden hacer por ella es darme el teléfono de otra clínica para que vea si allá hay cupo».

Afuera de la emergencia esperaban la camilla y la ambulancia. «Pues no sé adónde ir.

La póliza es de mi hermana y ella ni siquiera vive aquí», afirmaba Bolívar, mientras caminaba hacia el centro de llamadas improvisado cerca de la emergencia.

«Después de que se aprobó la eliminación de la clave de los seguros, la situación en las emergencias de las clínicas se ha vuelto realmente preocupante», señaló Hipólito García, presidente de la Asociación de Clínicas Privadas. «No se puede dejar de atender al paciente, estamos completamente llenos en las emergencias y en muchos de los casos no hay quien cancele los gastos. De hecho, la deuda que tienen las aseguradoras con los prestadores de salud es muy alta. Por ejemplo, Seguros La Previsora, que cubre a buena parte de los funcionarios del país, le adeuda a las clínicas más de 500 millones de bolívares».

En el caso del Ministerio de Educación, existe una administradora propia que gestiona directamente los fondos de los inscritos, sin depender de una compañía externa. Igual es la situación del Tribunal Supremo de Justicia. El director médico del Instituto Diagnóstico, Alex Baralt, aseguró que es política de la institución atender todas las emergencias.

El motorizado Sergio Villegas, de 24 años de edad, fue atropellado el domingo en la tarde por un vehículo, cuando subía de La Guaira. La rodilla le quedó destrozada. En primera instancia lo llevaron a la Policlínica Metropolitana, donde lo atendieron de manera diligente. Sin embargo, en ese centro le dijeron que la intervención quirúrgica necesaria le costaría 70.000 bolívares y la cobertura de su seguro sólo alcanza hasta 50.000 bolívares. «Por eso lo trajimos a la Sanatrix, porque aquí se supone que lo del seguro sí nos alcanza», señaló su madre Abril Arroyo. Después de unas horas de espera le tramitaron el papeleo administrativo. Aunque la clínica no le pidió al seguro una clave, sí hizo «verificación de cobertura», que no es otra cosa que constatar cuál es el monto del que dispone el paciente.
Con un ojo encima. La Ley de Actividad Aseguradora, publicada en la Gaceta Oficial extraordinaria N° 5990 del 29 de julio de 2010, eliminó lo que se conocía como «la clave» para ingresar en emergencias. En el artículo 40 establece que las aseguradoras no pueden negarse a otorgar la cobertura inmediata en casos de emergencia prevista en el contrato de hospitalización, cirugía y maternidad, condicionada a la emisión de claves o autorizaciones de acceso.

De acuerdo con los cálculos que maneja García, aproximadamente 12 millones de venezolanos están cubiertos por pólizas de seguros, y de ese total, 8 millones cotizan por el sector público.

Indepabis anunció que iniciaría un proceso de fiscalización a las clínicas para constatar si eliminaron las claves. «La semana pasada hubo inspecciones en siete clínicas distintas. Para nosotros, ese proceso es rutinario porque pertenecemos al sector salud y estamos concientes de lo delicado que es», indicó García.

El Gobierno ha hecho una inversión fuerte en salud; pero al tener un ministerio del área, el Instituto Venezolano del Seguro Social, el Ipasme y Barrio Adentro, los recursos se diluyen. Lo ideal sería que hubiese un sistema de atención primaria eficiente, para recibir a 70% de los venezolanos que requieren esos servicios».