-¿Qué diferencia hay entre animar Sábado Sensacional y el Miss Venezuela?
-Son dos cosas totalmente distintas. Siempre hay que variar. Uno no anima igual una Feria de la Chinita y un evento de un teléfono en el hotel Tamanaco. Especialmente en mi caso, que soy tan desordenado, tengo que bajar el ritmo en el Miss Venezuela, hablar más pausado, ser un poco más explicativo, más fresco y glamoroso. Tampoco es que voy a ser acartonado, porque ese tipo de animación se quedó atrás hace mucho tiempo.
-¿Qué distingue a Mariángel Ruiz y a usted de una dupla como la de Maite Delgado y Gilberto Correa?
-Todos somos diferentes. No se puede negar que Maite y Gilberto son grandes maestros, pero cada uno tiene su estilo, su voz. No hay duda de que quizás he tomado muchas cosas de Gilberto, pero adaptadas a lo que quiero hacer.
-¿Considera que los concursos de belleza siguen siendo relevantes?
-Siempre serán relevantes. Los concursos de belleza son una gran industria. Además, el Miss Venezuela es una gran fuente de trabajo, especialmente en países donde la industria de la moda no está tan desarrollada como México, Colombia o Nueva York. Aquí no tenemos una semana de la moda, por ello el Miss Venezuela es el momento que tiene esa pequeña industria venezolana de la moda para lucirse.
-¿Regresará el Miss Venezuela al Poliedro?
-Espero que sí. Pero hay que tomar en cuenta que el Miss Venezuela es un espectáculo para la televisión, no es un espectáculo de masas. Y me parece interesante que este año se regrese al formato de hotel, con la alfombra roja, lo cual puede resultar muy interesante.
-¿Tiene una favorita?
-Quisiera que ganara Zulia, por una cuestión de identidad.
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