El grupo estableció que mientras la llamada muerte súbita se presentaba en raras ocasiones con la esposa durante el coito, resultaba bastante frecuente durante las relaciones extramaritales.
Los expertos sugieren que esto sucede por el estrés que supone involucrarse con otra persona clandestinamente, a sentimientos de culpa y a la presión de satisfacer a su amante, que, por lo general, es más joven. Así mismo, se señala al exceso de comida y alcohol que acompaña las aventuras.
Todo lo anterior lleva a que el hombre que se echa una cana al aire tenga más riesgo de aumento de presión arterial y del ritmo cardiaco. El estudio se publicó en el Journal of Sexual Medicine.
La Semana