El inglés Gary Lineker, embajador de la final de Wembley del 28 de mayo, fue el encargado de repartir suerte en la sede de la UEFA, donde al margen de ambos enfrentamientos deparó un duelo inglés de grandes vuelos entre el Chelsea y el Manchester United y la confrontación entre el Inter de Milán, defensor del título, y el Schalke 04 de Raúl González.
Poca gente quería una confrontación Real Madrid-Barcelona en cuartos, sobre todo desde el lado del Santiago Bernabéu, y el sorteo ha correspondido en parte, porque de superar esta ronda se verán las caras en la semifinal.