En varios sitios de Internet y la afición señalaron la superioridad absoluta de los ecuatorianos durante el cotejo, así como la falta de respuesta de Venezuela.
En entrenador venezolano, César Farías, había decidido llamar a un grupo alternativo para enfrentarse con Ecuador en la altura de Quito, mientras que pesos pesados como Juan Arango, Salomón Rondón, Nicolás «Miku» Fedor y Tomás Rincón se quedaron en Venezuela preparando el encuentro contra Argentina de la segunda fecha, el martes.
Contra Ecuador, el «profesor» conformó una convocatoria formada básicamente por jugadores del torneo local, a los que luego se unieron algunos refuerzos del exterior, que pasaron tres semanas aclimatándose en los andes venezolanos.
Sin embargo, apenas se inició el partido quedó plasmada la supremacía ecuatoriana. En general, la prensa destacó lo «superior» que Antonio Valencia se vio ante José Luis Granados, las deficiencias de Giácomo di Giorgi y Francisco Flores en la contención o las facilidades otorgadas por la pareja de centrales formada por José Manuel Rey y Franklin Lucena.
La experiencia dejó una cosa clara: el acondicionamiento físico no puede compensar las limitaciones tácticas de un grupo.
Por otra parte, la preparación para la altura resultó ser fútil, toda vez que la iniciativa del partido siempre estuvo del lado ecuatoriano y la Vinotinto nunca corrió la cancha, que era el objetivo deseado en última instancia.
Asimismo, hinchas de la selección en Internet y redes sociales como Facebook y Twitter fustigaron la decisión de Farías de enviar un equipo alterno a Ecuador. Un usuario resumió la frustración por la derrota: «Ni las potencias del fútbol como Brasil y Argentina, que tienen jugadores para diez selecciones, inventan lo que inventó este señor (Farías)».
En la próxima fecha, el martes, Venezuela recibirá en Puerto La Cruz a Argentina, que viene de golear 4-1 a Chile. Para este cotejo, Farías sí contará con los «caballos» de su equipo, que en forma paralela estuvieron entrenando bajo las órdenes de su asistente Marcos Mathías