Cabrera ha estado incontenible frente a los pitchers desde hace poco más de una semana. De acuerdo con MLB.com, su último cuadrangular, el tercero que conecta en estos juegos de exhibición, ha sido el batazo más largo que ha dado durante el spring training.
El aragüeño lleva ocho juegos seguidos dando hit. En ese lapso, tiene .520 de average, gracias a 13 hits en 25 turnos. Acumula un extrabase por partido, con 5 dobles y 3 vuelacercas, y en el proceso ha llevado a 9 compañeros hasta el plato.
«Estoy listo para comenzar la temporada», fue la obvia conclusión de Cabrera, según The Associated Press.
Es todo un contraste para quien bateaba menos de .200 antes de iniciar la racha, un rendimiento que algunos relacionaron con los problemas legales del inicialista.
La noticia no puede ser mejor para los Tigres, que dependen de la ofensiva de Cabrera para poder cumplir con las 5,10 carreras por juego que el portal sabermétrico Baseball Musings, aplicando complicadas fórmulas, les vaticina en 2011.
Un columnista del Detroit News destacó ayer que el público en Florida sigue dando buen trato al slugger, a pesar de sus problemas extra deportivos.
«Incluso los fanáticos rivales le saludan con aplausos», destacó Lynn Henning en su nota.
«Sólo una vez he escuchado que le gritan ‘Tómate un trago’, desde la grada de Clearwater. Aparte de eso, nada. No hay duda de que las multitudes en primavera son más gentiles que lo que encontrará Cabrera en el Yankee Stadium dentro de dos semanas, pero la respuesta de la gente en Florida, cuando menos, es interesante».
El nativo de Maracay no parece dispuesto a reaccionar negativamente ante las protestas, bien sea que vengan de su propio país o desde las tribunas de los parques en Norteamérica.
«Creo que los fanáticos están en su derecho de criticarme», le dijo el toletero derecho al periodista César Márquez. «Tengo que ser un ejemplo, incluso fuera del terreno».