Icono del sitio NotiActual.com

Militares de Estados Unidos defienden su labor en Haití

haiti   La llegada de un grupo especialista de la Guardia Nacional estadounidense al aeropuerto de Barahona en República Dominicana hace dos días debe acelerar la entrada de ayuda humanitaria a Haití, cuyo puerto principal está destruido y su aeropuerto al tope de su capacidad.

Así lo entiende Kirk Hilbrecht, teniente coronel de la unidad del estado de Kentuky con 40 soldados que en diferentes turnos trabajan 24 horas en la organización, desempaque y traslado de medicinas, ayuda, comida y personal a Puerto Príncipe.

“Ahora que estamos aquí, nadie se mete con nosotros, así que podemos tener muchos aviones que aterrizan, dejan sus motores encendidos, no paran. Nosotros entramos en los aviones, sacamos lo que traen y ellos se van… Desde que se abrió el aeropuerto (de Barahona para vuelos militares), hemos aumentado a 20 por día, un promedio de uno cada hora”, relató a la AP el también director de relaciones públicas de la unidad.

“Simplemente somos casi como UPS o cualquier otra compañía de entrega, sólo recibimos y entregamos, no sabemos lo que hay dentro de cada avión, no sabemos quién va dentro o a dónde, sólo recibimos los paquetes y los enviamos… eso lo hace mucho más eficiente”, agregó.

Muchos de los problemas que han tenido en la capital haitiana para recibir ayuda aérea se han debido a que no había esta organización, unida a la cantidad abrumadora de aviones que pretendían aterrizar allí, dijo.

Aunque ahora que se ha ejercido un control en la capital de Haití, la falta de rigurosidad de algunas personas bien intencionadas que tienen planificada una hora de llegada, y no cumplen, también ha causado problemas y quejas de que no se les da entrada posteriormente, pero permitir retrasos, es entorpecer la circulación, aseguró Hilbrecht, quien no quiso dar ejemplo específicos.

“Yo no sabía hasta que llegué aquí porqué se tomaba tanto tiempo en tener la ayuda… me acabo de enterar” de los problemas que se generaron con la inexistencia de funcionarios del gobierno y la falta de coordinación en el aeropuerto capitalino.

Por ejemplo un avión inmenso _de un país que no pudo especificar_ dejó su carga y luego no tenía suficiente combustible para regresar, así que se quedó varado por siete horas en el medio de la pista impidiendo el flujo del resto de las naves.

“Fue un gran problema. Cuando finalmente se pudo mover, los militares decidieron que era momento de controlar el aire”, señaló el soldado, que también está al tanto de las críticas por la reciente orden de sacar a medios de prensa y voluntarios del lugar.

“Lo importante es que llegue la ayuda y hay que hacerlo en un espacio reducido”.

“Cada segundo cuenta”, enfatizó.

La atracción que ejercen estos grandes aviones para la gente desesperada que no tiene qué comer también plantea unos problemas de seguridad, por lo que el aeropuerto de Barahona debe servir igualmente de desahogo seguro, sin que se comprometa la carga con gente tratando de abalanzarse sobre la comida.

Entre ambas instalaciones, la de Puerto Príncipe y la de Barahona_ todo el material que se envía y se coordina con alguna rama del ejército estadounidense, debe agilizarse, insistió.

La tropa estará al menos 60 días con base en este pueblo, de unos 180.000 habitantes ubicado a 200 kilómetros al oeste de Santo Domingo y a 112 kilómetros de Puerto Príncipe, donde parece que hay más motocicletas que autos y que en las noches se inunda de música frente a los pequeños negocios de venta de cervezas, compitiendo unos contra otros.

Helbricht espera que su unidad pueda demostrar que a la gente de otros países “nos importan… y que no debemos usar nuestro cerebro, nuestro físico, nuestro poder, nuestra fortaleza para hacer cosas malas o incorrectas o que requieran fuerza, sino para hacer un bien”.

Helbricht, quien fuera de la Guardia Nacional es presidente de un negocio de creación de anuncios para radio y televisión, y padre de un niño de 13 años y dos niñas de 10 y 8 respectivamente, contó que antes de salir a esta misión una de las chicas le preguntó qué iba a hacer para ayudar a las víctimas.

“Le contesté ‘voy en un avión a ayudarlos’. Cuando ellos vean las imágenes en la televisión y sé que nosotros estamos haciendo nuestra parte para mejorar la situación, me siento muy bien con eso y de estar aquí”.

AP

Militares de Estados Unidos defienden su labor en Haití was last modified: enero 24th, 2010 by
Salir de la versión móvil