Aunque no necesitas realmente orinar en tu teléfono móvil (a menos de que sea uno de esos modelos que para lo que más sirven es para destruirlos y aplastar los componentes y ver cómo explotan), puedes solo colocar un par de gotas de orina o de saliva en un chip y luego insertarlo en tu teléfono. Este laboratorio-en-un-chip analiza la muestra y en un par de minutos emite un diagnóstico.
La idea es vender estos dispositivos en máquinas dispensadoras en los mismos sitios donde comprarías condones, por precios de 1.60 dólares, haciendo de la autoexaminación un asunto barato y discreto, motivando a las personas a las que generalmente les costaría mucho ir al doctor a que se revisen por sí mismos. Al parecer el chip funcionaría a través de micro USB.
Según el director del proyecto, el Dr. Tariq Sadiq, “Gran Bretaña es uno de los peores países en el oeste de Europa en cuanto a embarazos adolescentes e infecciones transmitidas vía sexual”.
Si la tecnología funciona de forma efectiva podría ahorrar mucho dinero y detener cadenas de contagios.