EL CAROMETRO: La reunión semanal del PSUV del pasado lunes sirvió para que los voceros del oficialismo nos dijeran que el presidente convaleciente los había llamado “por espacio de 40 minutos y había conversado con ellos demostrando que estaba al frente, no solo del país, sino también del partido. La sorpresa de todos fue ver aquellas caras lánguidas, preocupadas y más tristes que alegres. Mala señal para todo el país que sabe leer la gestualidad de los rojos. Los más cabizbajos eran el vicepresidente Elías Jaua, la diputada Cilia Flores, el gobernador Adán Chávez y el presidente de la Asamblea Nacional Fernando Soto Rojas. No quiero quitarle protagonismo a las demás expresiones faciales de ese cuadro de bates quebrados, cosa que preocupó mucho al comandante presidente cuando vio la transmisión y por eso al día siguiente les ordenó sonreír y mostrar alegría. Lo hizo Jaua al presentar la colección filatélica de Miranda, donde hasta chistes hizo. Volviendo a la llamada del presidente, descrita por Freddy Bernal así: “Conversó lleno de emoción y fortaleza con vicepresidente Jaua y la dirección nacional del PSUV”. Falso. Chávez les armó tres follones en este orden: A Jaua, Cília y sus acompañantes les llamó la atención por haber solicitado el retiro de la inmunidad y sacar de la Comisión en la que estaba al diputado William Ojeda. “No sigan metiendo la pata. No se dan cuenta del daño ante la opinión pública”. El segundo fue a su hermano Adán: “Cállate la jeta, carajo. Cómo se te ocurre haber declarado eso de irse a las armas. Otra metida de pata mas”. El tercero fue a Soto Rojas: “Déjate de opinar sobre cáncer y enfermedades que tú no eres médico”. A todo esto se deben esas caras que se acercaban al teléfono celular en altavoz tratando de escuchar al jefe. La misma ansiedad se nota en el gabinete ejecutivo donde parecen andar sin rumbo. Según Eduardo Semtei los dos grupos en pugna por el control del gobierno son el civil y el militar. El primero con Elías Jaua, Nicolás Maduro y Jorge Arreaza. El otro con Diosdado Cabello, Francisco Ameliach, Reyes Reyes y Arias Cárdenas. En cuanto al desfile militar que irá el 5 de julio sin que lo presida Chávez y al frente del cual estará el vicepresidente Jaua, había la oposición de Cabello, Rangel Silva y Cliver Alcalá. Al final el presidente impuso su parecer pues “esta fecha magna no puede pasar desapercibida para el país”.
OTRAS MENTIRAS: Rizarrita, el ministro de información, al tiempo que acusaba a los medios libres de mentirosos, nos quiso meter como cierta la falsedad de que “el presidente habló como cuarenta minutos con su gabinete”. Nunca fue así. Solo Maduro y Jaua han hablado con él. Otros que digan que han conversado con él mienten. El vicepresidente explicaba que “cuatro ministros están allá con él presentando cuentas y trabajando bajo sus órdenes”. Otra farsa. Solo la ministra de Secretaría, Erika Farías, ha viajado a Cuba a llevarle documentos para su firma y revisión. Varias veces. Los médicos que han negado su participación en el tratamiento del paciente lo han hecho por miedo y temores a que algunos de sus pacientes, anti chavistas, se les retiren de la consulta. Otro me dice que fue por “culillo” que atendió al enfermo pues no podía negarse y volverá a verlo. Sin embargo el paciente está agradecido…
DOS RABIETAS: 1- Me cuentan mis informantes que en Cuba Doña Elena habría sugerido a su aquejado hijo que “para poder continuar la revolución y la permanencia de los Chávez en el poder nombrará a Adán vicepresidente”. Nada de eso pasó. No fue complacida y se vino a Barinas. Lo mismo hizo Adán hasta que lo regañaron por teléfono…2- En respuesta a mi informe sobre el Hospital Militar botaron a todas las pasantes de enfermería acusándolas de ser mis informantes. No lo hicieron con el personal fijo pues requieren procedimientos administrativos. Las pasantías terminaban en Julio cuando les prometieron darle sus certificados. “No queremos personas extrañas aquí adentro” fue la única excusa…
RUNRUNES EL UNIVERSAL
JUNIO 30 2011
NELSON BOCARANDA SARDI
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