El presidente de EE.UU., Barack Obama, lamentó hoy la muerte de 31 soldados estadounidenses y 7 afganos al estrellarse su helicóptero durante una operación contra los talibanes en Afganistán, pero aseguró que continuará luchando por la seguridad nacional.
“Su muerte es un recordatorio de los sacrificios extraordinarios que hacen nuestros hombres y mujeres en el Ejército y sus familias, incluyendo aquellos que prestan servicio en Afganistán”, dijo Obama en un comunicado emitido hoy por la Casa Blanca.
“Buscaremos inspiración en sus vidas, y continuaremos la labor de resguardar a nuestro país y defender los valores que (los soldados) encarnaron”, aseguró el mandatario.
Asimismo, el gobernante estadounidense lamentó la muerte de los siete afganos que combatieron junto a las tropas estadounidenses “en la búsqueda de un futuro más pacífico y esperanzador para su país”.
“En esta difícil hora, todos los estadounidenses se unen para apoyar a nuestros hombres y mujeres soldados que prestan servicio para que podamos vivir en libertad y seguridad”, puntualizó.
Los 38 soldados murieron anoche en el distrito de Saydabad, en el centro de Afganistán, al estrellarse su helicóptero en el transcurso de una operación contra los talibanes, que dijeron haber derribado el aparato.
Este ha sido el más sangriento suceso para las tropas estadounidenses desplegadas en Afganistán desde el inicio, en el año 2001, de la invasión del país, donde continúan presentes unos 133.000 soldados de laAlianza Atlántica, la mayoría de Estados Unidos.
El presidente afgano, Hamid Karzai, envió sus condolencias a Obama y también a las familias de las víctimas del suceso.