El papa también hizo un llamado a los gobernantes que han recibido la confianza de los ciudadanos, para que asuman la responsabilidad de gobernar y de perseguir constantemente el bien común
Ciudad del Vaticano, EFE – El Papa Benedicto XVI instó este jueves a los profesores a evitar la banalización en la formación de los adolescentes y de los jóvenes «en los grandes temas de la afectividad y de la sexualidad«.
Bendicto XVI recibió este jueves en audiencia a las autoridades de la región del Lacio, del ayuntamiento y de la provincia de Roma en el tradicional intercambio de felicitaciones por el año que comienza.
En su discurso a las autoridades, el Papa afirmó que «hoy las nuevas generaciones piden saber qué es el hombre y cuál es su destino y buscan respuestas que indiquen su camino a recorrer para fundar la existencia sobre valores perennes».
«En las propuestas de formación sobre los grandes temas de la afectividad y de la sexualidad, tan importantes para la vida, se debe evitar proyectar a los adolescentes y los jóvenes ideas que favorezcan la banalización de estas dimensiones fundamentales de la existencia humana«.
Y pidió la colaboración de todos, en particular de los que trabajan en la escuela, «para educar en una visión elevada del amor y de la sexualidad humana».
«Deseo -dijo-, a tal fin, invitar a todos a comprender que en el pronunciar su no, la Iglesia en realidad dice sí a la vida, al amor vivido en la verdad de la entrega del uno al otro, al amor que se abre a la vida y no se cierra en una visión narcisista de la vida».
Para el Papa Ratzinger «sólo así se puede llegar a un modelo de vida, en el que la felicidad es un bien compartido».
Sobre estos temas, como también sobre los de la familia fundada sobre el matrimonio y «sobre el respeto de la vida desde su concepción hasta su fin natural -dijo-, la comunidad eclesiástica no puede ser más que fiel a la verdad que es la garantía de libertad y de la posibilidad de un desarrollo humano integral».
El Papa habló también a los representantes de Roma, de su provincia y de su región Lacio de los ciudadanos que gobiernan.
«La persona, de hecho, está en el centro de la acción política y su crecimiento moral y espiritual debe de ser la primera preocupación para aquellos que han sido llamados a administrar la comunidad civil«.
También abordó las nuevas construcciones y barrios y requirió que favorecieran los procesos de socialización, «evitando que surja y se incremente la cerrazón en el individualismo y la atención exclusiva a sus propios intereses, dañinos para cada convivencia humana».
El Papa brindó la contribución de la Iglesia para que en esos barrios «haya una vida digna para el hombre».