Esta aseveración fue hecha por el profesor Jospe M. Serra Grabulosa, de la Universidad de Barcelona, quien especificó que lo que se hizo fue analizar en 40 voluntarios la actividad cerebral asociada a una tarea en especial, mediante la técnica de imagen por resonancia magnética funcional.
Se evaluó entonces la atención sostenida y la memoria de trabajo, dos capacidades básicas en la mayoría de las tareas cognitivas que se hacen a diario-, tras haber suministrado a los voluntarios cafeína o glucosa, por separado o combinadas, o bien un placebo.
Así, se comprobó que los participantes que habían ingerido ambas sustancias combinadas, mostraban una reducción en la activación cerebral relacionada con la actividad realizada en la corteza parietal bilateral, así como en la corteza prefrontal izquierda, dos áreas que participan activamente en los procesos de atención y memoria del trabajo.
Esto sugiere entonces que el cerebro se muestra más eficiente bajo los efectos de las dos sustancias, ya que necesita menos recursos para obtener el mismo rendimiento que los sujetos que tomaron placebo o cafeína y glucosa por separado.
Los investigadores encontraron que la combinación de cafeína y glucosa tenía efectos beneficiosos en la atención (tareas de tiempo de reacción secuencial) y en el aprendizaje y la consolidación de la memoria verbal, lo cual no se observaba cuando se suministraban las sustancias individualmente.
Es decir, que este estudio sirvió para reafirmar la idea del efecto sinérgico entre la cafeína y el azúcar, de modo que una potencia los efectos de la otra.