El 14 de febrero es una festividad que se originó hace muchísimos siglos atrás. Se dice que es una celebración ofrecida en honor a un sacerdote conocido como San Valentín, quien en la época del cristianismo se atrevía a casar a escondidas a los soldados con su mujer. Desde entonces, San Valentín se ha convertido en el patrón de todos los enamorados, de aquellos que desean estarlo y también de los vendedores que desean aumentar sus ganancias al máximo.
Actualmente, el 14 ya no es sólo para aquellas parejas que deseen ser bendecidas por San Valentín. También es una oportunidad para dejar de lado el acelerado ritmo de vida y compartir de una manera distinta con amistades o personas especiales.
Desde los últimos días del mes de enero los establecimientos comerciales y también los vendedores informales se preparan para abastecer sus negocios. A partir del inicio de febrero ya exhiben al público corazones, peluches, tarjetas, flores o cualquier otra cosa alusiva a esta festividad.
En los Altos Mirandinos salir a comer, a bailar o elogiar a la pareja con un detalle son las actividades mas propicias para la ocasión. Muchos expresan que no esperan un regalo demasiado extravagante. “No importa el valor del regalo sino el detallito”, dijo la joven Odyenith Zambrano mientras observaba una tarjeta. Sin embargo, para comprarlo se necesita un mínimo de Bs30 .Las tarjetas, peluches y rosas son los más buscados.
En una de las floristerías del municipio Guaicaipuro la dueña del lugar , Oduska González, informó al equipo de La Región de la variedad de opciones que tienen los enamorados para comprar este día. “Hay arreglitos que oscilan entre los Bs 30 y 50 . El ramo más económico es de Bs100 pero pueden alcanzar los 400, mientras que el más caro es de Bs490 porque viene con todo: un ramo, un peluche, chocolate y también la tarjeta”.
Si bien es cierto que impresionar a su pareja puede ocasionar desequilibrios en el presupuesto, es válido también regalar objetos simbólicos que de igual forma significarán mucho. Es necesario que la emoción por sorprender este día no termine por arruinarlo económicamente el resto del mes.