Apoyada en una gran actuación de Kevin Durant, la selección nacional de baloncesto estadounidense se llevó la presea dorada de los Juegos Olímpicos de Río, al derrotar en la final a Serbia con marcador final de 96-66.
Estados Unidos repitió el título conseguido en Pekin 2008 y Londres 2012. Además lo hace de forma invicta, como en las dos pasadas ediciones (8-0). Serbia se tuvo que conformar con la plata y España se quedó con el bronce.
Los norteamericanos no pierden un partido por Juegos Olímpicos desde la semifinal de Atenas 2004, cuando Argentina sorprendió al mundo eliminando a los favoritos con marcador de 89-81. De ahí en adelante son 25 triunfos al hilo.
El encuentro sirvió además para despedir al técnico Mike Krzyzewski y a la estrella Carmelo Anthony de la selección de baloncesto. Anthony se convirtió en el primer jugador en la historia del baloncesto olímpico que gana tres preseas doradas.
“Peleamos y no fue siempre bonito. Estábamos todos comprometidos, y es un momento especial para mí. Este es el fin para mí (…) Fue un gran camino”, expresó Anthony luego del partido a NBC Sports, anunciado su retiro oficial del equipo estadounidense.
Serbia solo tuvo oxígeno en el primer cuarto, cuando llegó a dominar el resultado y apenas terminó cediendo 15-19. De ahí en adelante, Estados Unidos fue una tromba liderada por Durant.
Para el segundo cuarto la diferencia creció a 23 unidades (52-29) y en el tercero el milagró se esfumó por completo (79-43).
Los norteamericanos consolidan su dominio en el deporte de las alturas al obtener la décimo quinta presea dorada de un total de 19 en unos Juegos Olímpicos y la sexta en las últimas siete ediciones.
Ely Ramones
Fotos: Agencias