Baralt, que consistió en habilitar el canal de la izquierda para la circulación
exclusivo de los carros particulares y los otros dos canales restantes para las
unidades de transporte público, no estuvo del todo positivo porque fueron muy
pocos los conductores que estaban en conocimiento de estos cambios.
Pese
a que este plan fue anunciado por las autoridades municipales de Libertador
desde hace tres semanas, no fue sino hasta el fin de semana que realizaron una
campaña informativa a través de la entrega de volantes a los transportistas y
conductores particulares sobre los cambios que arrancarían el día de ayer.
David Bonalde, presidente de la Unión de Conductores de Antímano, una de
las 25 líneas que circulan por la Baralt, afirmó que en este primer día es
normal que «muchos conductores no estén bien informados sobre estos cambios,
porque creo que ha faltado como una campaña más detallada, pero nosotros estamos
apostando a que sí funcionará, porque no pude ser que para atravesar cuatro
cuadras tardemos entre 30 y 40 minutos».
Bonalde indicó que en el
comunicado que entregaron este fin de semana se incluyó que aplicarán multas de
10 Unidades Tributarias (760 bolívares) por incumplir estas disposiciones de
tránsito.
Sin embargo, ayer no se aplicaron sanciones pese a que gran
cantidad de conductores, tanto de transporte público como de autos particulares,
no acataron estos cambios.
Bonalde comenta que de acuerdo con lo que han
conversado con las autoridades, esta primera semana será más informativa que
impositiva, mientras los conductores se acostumbran a las modificaciones que se
efectuaron.
Recomendó a las autoridades que así como se aplican reglas
para los conductores, también los cambios deben incluir a los mototaxis, porque
a todo lo largo de la avenida hay líneas de motorizados que tienen parada en el
hombrillo de la vía.
A pesar de que se inició el plan de reorganización,
ayer se observó muy poca presencia de los funcionarios de la Policía Nacional
Bolivariana (PNB). Solo estaban en las esquinas más conflictivas, tales como
Pedrera, La Gorda y Miranda. Del resto no había personal habilitado. En las
intersecciones semaforizadas colocaron cinco conos para demarcar los canales, de
manera que los conductores no circularan entre cada uno de ellos, pero al salir
de éstos hacían todo lo contrario, debido a la poca vigilancia.