Los suplentes del encuentro del martes, con la incorporación de Danny, jugaron un partido de media hora ante un equipo universitario en el que volvieron a demostrar su falta de gol.
Tras 30 minutos de entrenamiento, los suplentes de Portugal no lograron batir a los jóvenes rivales, quienes contaron con la ayuda de Danny en la punta y de Daniel Fernandes en la portería.
Tiago y Miguel Veloso dispararon en sendas ocasiones al palo, pero no tuvieron fortuna, al igual que el delantero Hugo Almeida, quien dio muestras de frustración al no lograr materializar las varias oportunidades de que dispuso.
Ante la escasa capacidad ofensiva, el director técnico luso, Carlos Queiroz, ordenó a sus jugadores que se practicaran remates al arco desde distintas posiciones.
Los jugadores portugueses mostraron gestos de preocupación durante el entrenamiento, conscientes de que el resultado ante Costa de Marfil complica sus opciones de clasificación a los octavos de final.
Tras el partido de práctica, Queiroz mandó al madridista Pepe y al mediocampista Rubem Amorim que hiciesen bajo su supervisión varias series de carreras con el objetivo de mejorar su estado físico.
Pepe está en la fase final de su recuperación de su lesión de rodilla, mientras que Amorim se unió a la selección portuguesa la pasada semana tras el abandono forzoso de Nani, por lo que ambos todavía no tienen el ritmo competitivo para poder disputar 90 minutos con el nivel de exigencia de un Mundial.
Los titulares se quedaron en el hotel de concentración haciendo trabajo de recuperación, por lo que los hinchas no pudieron ver a la máxima estrella portuguesa, Cristiano Ronaldo.
Queiroz dio la tarde libre a los jugadores, quienes deberán regresar esta noche al hotel, para iniciar el jueves la preparación del próximo partido del Mundial, ante Corea del Norte, el próximo 21.
Fuente: espndeportes.com