El Presidente Donald Trump firma otra orden ejecutiva que deja a todos en ascuas.

El presidente Donald Trump, ha firmado hoy viernes una nueva orden ejecutiva en la cual solicita la revisión,  de varias medidas de regulación al sector financiero contenidas en la Ley Dodd-Frank, aprobadas en 2010 durante la gestión de su antecesor, Barack Obama.

El ahora presidente Trump había dicho durante su campaña que levantaría muchas de estas regulaciones con la finalidad de darle más dinamismo a la economía norteamericana.

Los bancos se han quejado que las normas impuestas por la Ley Dodd Frank eran excesivamente restrictivas.

«Dodd-Frank es un desastre», dijo el mandatario a comienzos de semana.  «Esa ley es un ejemplo masivo de intervención estatal excesiva», le dijo un alto funcionario de la Casa Blanca a la periodista Tara McKelvey de la BBC el pasado jueves.

Aseguró que un cambio en las reglas le daría más poder al consumidor para tomar decisiones financieras «independientes»

La Ley Dodd-Frank tuvo como intención hacer frente al problema de los bancos «demasiado grandes para caer», la idea que los bancos tomaran riesgos excesivos porque suponían que ningún gobierno se arriesgaría a dejarlos caer en la bancarrota, ante el impacto que podría tener su derrumbe en el resto de la economía.

Por ello, el anterior gobierno de Obama promovió legislación que obligaba a los bancos a reducir sus niveles de deuda.  Igualmente también creó un consejo de supervisión de la estabilidad financiera, que buscaba promover la disciplina en el mercado, con la finalidad de prevenir una situación como la que se presentó a finales de 2008.

En los últimos meses del gobierno de George W. Bush, y los primeros del de Barack Obama, las autoridades se vieron obligadas a inyectar miles de millones de dólares en fondos públicos para garantizar la solidez de los grandes bancos, pues se temía que estos eran «demasiado grandes para caer».

Al tiempo que millones de estadounidenses perdían sus viviendas, los banqueros se vieron recompensados con rescates estatales a sus empresas, una situación que generó gran rechazo en la opinión pública y ayudó a impulsar la aprobación de la Ley Dodd Frank en 2010.

Esta nueva orden ejecutiva firmada por el primer mandatario Trump avisora un escenario en el cual se cree que habrán reformas de las leyes que gobiernan al sector financiero en Estados Unidos.