María comenzó a dar a su marido cuatro cucharaditas diarias de aceite de coco y se dio cuenta de forma inmediata de los resultados en su marido, ya que se volvió más ágil mentalmente y fue capaz de leer de nuevo, de tener conversaciones e incluso atarse él mismo los zapatos. María tenía a su marido de vuelta.
María al ser médico decidió profundizar mas en este hallazgo investigando en más profundidad, y el paso siguiente fue solicitar financiación para la investigación de éste tratamiento.
Al cabo de algún tiempo se le dio luz verde para el estudio en 65 pacientes que se encontraban en una fase temprana a moderada de la enfermedad de Alzheimer. Sus estudios se centran en como la capacidad de los enfermos de Alzheimer funciona a un nivel superior después del impacto del aceite de coco.
La enfermedad del Alzheimer ha sido llamada diabetes tipo 3, y es que para que el cerebro funcione adecuadamente necesita grasa y glucosa, ya que éstos son como un combustible para el cerebro.
Los estudios han demostrado que las dietas bajas en carbohidratos y grasas, pueden afectar negativamente a la función cerebral, y es aquí donde el aceite de coco entra en juego.
El aceite de coco es rico en cetonas. Las cetonas son unas moléculas que utiliza el cerebro para crear energía cuando no hay suficiente glucosa alrededor. La Dr. Newport cree que el aceite de coco ayudó a su marido porque su cerebro ya no estaba usando la glucosa y las grasas de los alimentos, sino que en su ausencia, el cerebro llenaba espacios vacíos de energía con las cetonas, de la que es rico el aceite de coco.
No dude en compartir este articulo con sus familiares y amigos si cree que podrían verse beneficiados del maravilloso efecto del Aceite de Coco sobre su salud.