En este sentido, Correa se limitó a señarlar que “no conozco las Fuerzas Armadas venezolanas ni soy experto en la materia y sinceramente tampoco me interesa mucho. Él (Hugo Chávez) es militar y sabrá porque está equipando a su ejército”,
Por otro lado, aseguró que no reconocerá como legítimo al Gobierno de Porfirio Lobo, ganador de los comicios de noviembre pasado, tras el golpe de Estado que derrocó a Zelaya en junio de 2009.
“A Porfirio Lobo no lo conozco, ni tengo buena ni mala opinión de él. Pero imagínese el nefasto precedente que se sentaría en la región si después de un golpe de Estado se hacen elecciones y no pasó nada. Es inaceptable”, declaró Correa.
Para el gobernante, la única forma para superar este “impasse” es con “elecciones libres, permitiéndole al presidente Zelaya volver a su país sin riesgos de procesos judiciales espurios y con una sanción a los golpistas”.
Correa manifestó además que confía en la labor del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a pesar de las críticas que recibe en su país por la supuesta manipulación del poder electoral.
“¿Qué Gobierno progresista, que quiere cambiar las cosas en nuestra región, no sufre de los mismos ataques infames? Lamentablemente confunden ser popular con ser populista, el imperio de la ley con la dictadura, liderazgo con autoritarismo, ganas elecciones con concentración del poder ¿Qué podemos hacer ante esa mediocridad?”, dijo.
Correa comentó además que no le preocupa el resultado electoral en Colombia, pues “cualquier resultado será respetado por Ecuador”, aunque aclaró que “en el momento en que se pretenda atentar o se declare que se está dispuesto a atentar contra la soberanía de otros países, se tendrá una respuesta muy firme”.
El presidente de Ecuador defendió los modelos de izquierda impulsados por su país y otras naciones latinoamericanas, argumentando que la derecha “fracasó”, aunque reconoció que la región no debería gastar tantos recursos en asuntos militares “cuando faltan tantas escuelas y hospitales”.
Correa subrayó que en su calidad de presidente pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) su objetivo es impulsar la integración política y económica entre Centro y Suramérica.
“Durante mucho tiempo Centroamérica y Suramérica se han dado la espalda”, y ha llegado el momento de cambiar esta situación con relaciones más estrechas para construir lo que llama “una gran nación de naciones latinoamericanas”.
EFE