El presidente de la AN se refirió además a la polémica que se suscitó tras el retiro de los cuadros del presidente Chávez y la reconstrucción digital del rostro de Simón Bolívar.
El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, aseguró que el Parlamento no es un contrapoder y que solo exigen al gobierno que cumpla con los deberes constitucionales.
«No somos un contrapoder. Si el ejercicio de nuestras funciones específicas significa que el gobierno se considere agredido, bueno que sea. Le estamos pidiendo al gobierno sistématicamente que cumpla con los deberes constitucionales», afirmó.
Aseguró que el primer cambio que realizó la mayoría opositora al llegar a la Asamblea fue honrar su condición de poder autónomo.
Ramos Allup se refirió además a la polémica que se suscitó tras el retiro de los cuadros del presidente Chávez y la reconstrucción digital del rostro de Simón Bolívar. Afirmó que desconocía que estaba siendo grabado. «No pedí ser grabado ni me di cuenta que estaba siendo grabado. Pero si me grabaron y eso salió, bienvenida la grabación. Jamás en la historia del parlamento venezolano ha habido esfinge alguna de ningun jefe de estado», dijo.
Al realizar una comparación entre la denominada cuarta república y los 17 años de los gobiernos de los presidentes Chávez y Maduro, aseguró que el gobierno actual va a durar menos de lo que duró el puntofijismo: «Esos 40 años fueron los mejores años que ha tenido Venezuela en estabilidad democrática, (…) producción nacional».
Manifestó que en los últimos años de gobierno no existió alternabilidad, debido a que —a su juicio — Chávez realizó reformas para perpetrarse en el poder y realizó una constitución a su imagen y semejanza. Calificó al fallecido mandatario como un «autócrata con pretensiones de mesías»: «Le hizo un daño inconmensurable a su país, el cual para repararlo pasarán muchos años, sino generaciones.»
Aseguró que la concentración de poder en la figura del mandatario Chávez convirtió a Nicolás Maduro «en el primer preso político que tiene el país». «Él no es dueño de sus propios actos. Tiene demasiado poderes en torno a él, fuerzas parciales que impiden que tenga una posición coherente. La oposición es más diversa y mucho más coherente»
Consideró que en una futura reforma constitución: «Habrá que meter la prohibición absoluta de la reeleción presidencial».