Carlos Genatios, ingeniero civil y profesor de la UCV, afirmó que la longitud de ambas rampas es insuficiente para detener los vehículos de carga. En la segunda, el trazado no permite que los conductores de las gandolas puedan ingresar al carril, lo que los obliga a ejecutar maniobras complicadas para poder utilizarlas.
“La rampa número 2 está incompleta. Al final hay una estructura metálica con la que chocan los vehículos, y se vuelve más peligrosa porque no tiene amortiguadores. La longitud es muy corta para lograr el frenado. Se deberían tomar terrenos de Fuerte Tiuna para ampliarlas”, señaló.
En ese sitio fallecieron el sábado 2 adultos y 3 niños, cuando un camión cargado de cabillas embistió el carro en el que se trasladaban y lo lanzó por un barranco. Un tercer vehículo particular también se vio involucrado en el accidente. La conductora tuvo heridas leves.
Genatios aseguró que el material de relleno de la estructura de frenado no recibe mantenimiento desde hace tiempo.
La combinación de grava y arena, que sirve para ayudar a los camiones a detenerse, requiere de cuidados especiales y constantes para que cumpla su función.
El experto indicó que si el referido material está muy suelto, el vehículo se hunde, lo que facilita que se libere la carga, que puede caer y aplastar al conductor o a otros carros.
Además, tiene ondas irregulares que dificultan la entrada a ese canal de emergencia.
Informó que hace 21 años las rampas de Tazón fueron objeto de estudio en el Instituto de Materiales de la UCV.
En 1990 presidió, junto con la también ingeniera Marianela La Fuente, un grupo de trabajo que desarrolló una investigación que demostró las fallas de diseño de esas estructuras.
Los resultados y recomendaciones reposaban en la planoteca del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte, en la Torre Este de Parque Central, pero se quemaron en el incendio que destruyó el edificio en 2004.
Estudio. Nelson Falcón Veloz, físico de la Universidad de Carabobo, realizó hace 10 años un estudio cinemático del diseño de las rampas de frenado del tramo Hoyo de la PuertaTazón en la autopista Coche Tejerías, en el que demostró que la fricción que se genera en el frenado no es suficiente para evitar accidentes.
El experto del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias y Tecnología de la UC, corroboró que el diseño es inadecuado. “En la implantación de los disipadores de energía en el tramo Hoyo de la Puerta-Tazón no se consideraron las diferencias climatológicas y ambientales, cuya humedad y pluviosidad compactan la trampa de arena y disminuyen su efectividad”, indica el estudio.
La investigación asegura que sólo se realizaron 7 ensayos, pero no fueron sistemáticos ni corroborados, ni se variaron las condiciones de los vehículos que frenaran a una distancia de más de 10 metros.
Otros Estudios
Por su parte, Nelson Falcón Veloz, físico de la Universidad de Carabobo, realizó hace 10 años un estudio cinemático del diseño de las rampas de frenado del tramo Hoyo de la PuertaTazón en la autopista Coche Tejerías, en el que demostró que la fricción que se genera en el frenado no es suficiente para evitar accidentes.
El experto del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias y Tecnología de la UC, corroboró que el diseño es inadecuado.
“En la implantación de los disipadores de energía en el tramo Hoyo de la Puerta-Tazón no se consideraron las diferencias climatológicas y ambientales, cuya humedad y pluviosidad compactan la trampa de arena y disminuyen su efectividad“, indica el estudio.
Con información de El Nacional