Fuentes policiales revelaron que en la capital operan cuatro grandes bandas que se dedican al robo de vehículos que tienen su centro de operaciones en zonas como El Cementerio, Lídice, El Valle y Petare. En lo que va de año el Cicpc ha iniciado 583 expedientes por robo de autos y 614 por hurto de vehículos en Caracas.
Trascendió que la mayoría de los autos hurtados o robados tienen como destino su desmantelamiento para expender sus partes y piezas debido a que las casas de repuestos carecen de dólares para la importación de repuestos. Se estima que un 20% de los autos que caen en manos de la delincuencia son clonados o sus seriales suplantados. El 85% de los autos robados o hurtados nunca aparece. El vehículo más buscado por los ladrones es el Corsa y en cuanto a las camionetas la más apetecida es la Toyota.
Los investigadores sostienen que los vehículos que caen en manos de los delincuentes tienen cuatro destinos. El primero consiste en la sustracción con el propósito de cometer otros delitos y luego los dejan abandonados; otro destino refiere que los mismos son «maquillados» tras suplantar seriales y placas en complicidad con funcionarios públicos. Otro destino consiste en desarmar el auto en partes y piezas para venderlas en chiveras clandestinas y un último lote desaparece al ser enviado a países vecinos.
Hasta hace algunos años las autoridades instrumentaban operativos en chiveras y estacionamientos para verificar la presencia de autos denunciados como robados o hurtados. Esa práctica se encuentra virtualmente extinguida. Cifras que maneja la División contra Homicidios del Cicpc indica que el 30% de los crímenes que se registran en Caracas tiene como móvil la resistencia al robo del vehículo.
Los antisociales actúan todos los días, pero los lunes por razones que se desconocen disminuye la incidencia delictiva. Los agraviados refieren que las primeras horas de la mañana constituye el lapso de mayor actividad de los asaltantes, sobre todo cuando las víctimas salen de sus residencias y se disponen a llevar a sus hijos a la escuela.
Las áreas más peligrosas de la capital siguen siendo las urbanizaciones situadas cerca de la Cota Mil, Bello Monte, Santa Mónica, El Cafetal, San Luis y Caurimare.