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De esta manera ningún integrante del staff directivo podrá asumir cargos ejecutivos o gerenciales con lo que la toma de decisiones descansará sobre el personal administrativo, aunque a la junta directiva le corresponda dar el visto bueno o desaprobar operaciones.
En la actualidad, muchos de los miembros de las directivas son operadores dentro de los bancos, es decir, ocupan posiciones como vicepresidentes o gerentes.
La aplicación de la resolución supone conceder un tiempo prudencial a los bancos de manera que puedan desincorporar a sus directivos de estas actividades.