“Los niños reflejan lo que aprenden en la casa y esto se demuestra en su entorno social. El problema del mal comportamiento de los niños –más que la falta de autoridad de los padres– está relacionado con no haber establecido adecuadamente límites y normas para los hijos. Los límites les permiten saber cómo comportarse según el lugar donde estén. Es como un filtro automático que aprendemos”, refiere el psicoterapeuta Alejandro Vélez, presidente de la Asociación Psicológica para el Desarrollo Humano Xinergia (Apdeh- Xinergia, Perú).
Es fundamental que los padres analicen su propio comportamiento y manejo de emociones, pues siempre serán los referentes más importantes para sus hijos.
“Muchas veces –añade Vélez– cuando el niño expresa emociones, mediante conductas inadecuadas, es necesario entender qué hay tras esto. Los progenitores deben tener un apropiado manejo emocional, pues si no han podido comprender sus propias emociones, será difícil que el niño lo haga”.
La mejor manera de llegar a los chicos es la confianza y la aceptación, no el enfrentamiento. “Invítelo a reflexionar sobre su comportamiento”, finaliza Alejandro Vélez.
PARA TENER EN CUENTA
Dé el ejemplo
Si el niño ve que sus propios padres tienen poca tolerancia a la frustración, se desesperan, gritan y pierden los papeles cuando él se porta mal, con seguridad seguirá este modelo. Primero controle su conducta.
Evite los castigos físicos, de esa forma solo logrará que su hijo le tema o que persista en la mala conducta.
El psicólogo Alejandro Vélez aconseja hacerles saber a los niños que son importantes para nosotros, no por lo que logren, sino porque son nuestros hijos y estamos orgullosos de ellos. Acéptelos incondicionalmente, independientemente de las calificaciones, que sean buenos o malos en los deportes u otras metas que les exigimos.