Una de ellas sufrió heridas graves en las piernas y la espalda y el tiburón le arrancó la mano. La mujer sufrió un infarto y debió ser reanimada en un hospital.
La otra mujer, de 70 años, perdió la mano derecha y la pierna izquierda.
El instructor de buceo Hassan Salem dijo que estaba nadando en la profundidad cuando este ataque ocurrió y que el tiburón nadó alrededor suyo antes de atacar a las turistas.
«Pude espantar al tiburón tirándole burbujas a la cara, pero luego vi que nadó hacia una mujer y le mordió las piernas», dijo Salem a The Associated Press.
El agua se volvió roja por la sangre, dijo el buceador, que se apresuró a sacar del agua a su alumno.
Las cuatro víctimas fueron trasladadas por aire a El Cairo para ser tratadas y su estado era crítico.
Salem, el funcionario, dijo que la Guardia Costera buscaba al tiburón y emitió un alerta para que la gente no entre al agua en Sharm el-Sheij, un destino muy popular para practicar buceo.
En Egipto se registran uno o dos ataques mortales de tiburones al año, agregó, los que aumentan cuando hay más turistas y, por lo tanto, más gente en el agua.