La semana que viene será decisiva para el transporte público en el Zulia. Los diferentes sindicatos que agrupan los trabajadores del volante en los 21 municipios se reunirán el próximo lunes para definir las estrategias a tomar en el segundo paro de transporte regional pautado para el jueves 30 de marzo.
Rubén Esis, vocero de la Dirección Única de Transporte del Estado Zulia (Dutrez), habló en exclusiva para La Verdad sobre la situación actual del gremio en occidente. Recalcó que la vida útil del transporte está en agonía y la predicción fue la misma: «nos quedan tres meses en la calle, cuando mucho».
El déficit en la región ronda las 80 mil unidades de neumáticos para activar el 100 por ciento del transporte público que está varado por falta de este rubro. Esis, sin embargo, destacó que con 40 mil cauchos es suficiente para sacar a la calle la mitad de la flota inactiva, es decir, seis mil 300 unidades.
El pasado jueves llegaron dos mil cauchos de diferentes tamaños a la sede Comando de Zona 11 de la Guardia Nacional que los venderán a cielo abierto la semana que viene. El gremialista criticó que el Ministerio de Transporte intente «trapos de agua tibia» al Zulia.
«La decisión de paro tomada por los sindicatos, gremios y federaciones del transporte junto a los delegados de los distintos municipios fue tomada conociendo la llegada de los cauchos porque esto no resuelve el problema. En el Zulia se necesitan al menos 40 mil cauchos, así que dos mil aún son una miseria y más en manos de autoridades que no sabemos cómo van a distribuir. Eso no cubre nuestras necesidades». Esis insistió en lo «importante y trascendental» que es para el gremio reunirse con Ricardo Molina, titular del Transporte y Obras Públicas, para «presentar la lista de problemas que afecta a los conductores y sus vehículos.
La Dirección de Transporte en el Zulia calificó de «incierto» el destino de los neumáticos. «Si es una jornada a cielo abierto, aunque ellos digan que es para transportistas, los que menos nos beneficiamos somos nosotros». Se conoció que en la proveeduría llegaron 370 baterías que venderán la venidera semana. «Será por sorteo porque tampoco alcanzan».
No hay vuelta atrás
La intención de paralizar los 21 municipios del Zulia para continuar la protesta del pasado martes pasado es firme entre los directivos del gremio. «La decisión ya fue tomada por las bases del transporte, el lunes nos reuniremos con los representantes de todos los municipios para decidir la estrategia y confirmar quién se une y quién no». Son aproximadamente 480 rutas las que participarían en la acción. «Esperamos que la acción sea más contundente esta vez. Yo creo que el paro del jueves será superior al anterior».
Sobre las amenazas del sector estudiantil, quienes ya les dejaron saber que arremeterán contra el transporte si van nuevamente a paro, Esis fue categórico: «Es paradójico que ellos arremetan contra nosotros, cuando nuestras acciones van en función de algunas reivindicaciones de los estudiantes, como la tarjeta estudiantil inteligente».
Criticó el secuestro de 20 unidades del transporte colectivo en la Facultad de Ingeniería de LUZ por parte de un grupo de bachilleres. «Lamentablemente, ese sector que arremetió contra nosotros seguía líneas gubernamentales para ejercer presión. Por eso ante sus amenazas reiteró: «Si no les cobran lo que es, que denuncien directamente a cada presidente de línea. Que denuncien la unidad porque nosotros tenemos medios para sancionar al transportista que no cumple con la ley, pero el paro va».
El martes 28 los profesionales del volante se reunirán con los grupos estudiantiles de la región para «llegar a un acuerdo» sobre las acciones planteadas para el jueves. «Esto es una lucha nacional por el transporte, no un capricho».
Sin trancas
Desde la Liga de la Confraternidad en Maracaibo, los directivos del transporte acordaron que la paralización del estado iniciará a las 5.00 de la mañana. Es posible que la acción sea de manera indefinida hasta que el ministro Ricardo Molina se comunique con los directivos y se comprometa a reunirse. Esta vez los choferes no trancarán las calles, será una acción de brazos caídos.