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Trucos para comer sano en el trabajo

       Estos son los consejos para comer sano en el trabajo, publicados por el portal hoymujer.com.

1. Piensa en ti. Para determinar el tipo de menú que te vas a llevar al trabajo tienes que tener en cuenta una serie de factores:


2. Come a menudo.
Recuerda que para que una dieta sea equilibrada debes realizar cinco o seis ingestas diarias de comida. Por ejemplo, en el caso de trabajar en una oficina de nueve de la mañana a seis de la tarde lo importante es haber realizado un desayuno completo en casa, comer una fruta a media mañana como tentempié, hacer una comida y merendar un lácteo desnatado o una fruta como merienda. Y no te saltes la cena, o engordarás. Hacer cinco o seis ingestas al cabo del día ayuda a regular los niveles de glucosa y a mantener un peso óptimo. Para que la cena sea una ayuda a la hora de mantener tu peso ideal lo importante es no llegar a ella con un hambre de lobo (por eso es importante merendar) y no dejarte seducir por las formas de cocción que más calorías añaden a nuestros platos: despídate de los fritos y rebozados y saluda a tu horno, tus ollas y la plancha.

3. Escoge bien y organízate. Entre los alimentos que deben formar parte de la comida “laboral” hay que privilegiar aquellos que hacen que la alimentación sea equilibrada y variada, como son las verduras, las legumbres, la carnes blancas, los pescados, las frutas y los lácteos desnatados. Al mismo tiempo, hay que desechar los alimentos grasos y reservarlos para consumirlos de manera ocasional. Además, llevar una fiambrera repleta de recetas ricas y sanas es posible sin necesidad de dejarse las pestañas cocinando la noche anterior. La clave está en organizar el menú semanal con antelación, por ejemplo, el domingo por la mañana, para planear, cocinar y almacenar. Los “tupper” y el congelador serán tus aliados. Y si tu lugar de trabajo no cuenta con un microondas para calentar la comida, no desesperes ni recurras al aburrido bocadillo. Decántate por ensaladas con cuatro ingredientes de base como mínimo (lechuga, tomate, zanahoria rallada y rúcula, por ejemplo) a las que puedes añadir un plus de proteínas saciantes añadiendo pollo, pavo, salmón o huevo cocido; o ensaladas de verduras, pastas o arroz y completar la cena con los alimentos que no hayas podido consumir durante el día.

4. Un buen ejemplo. Para que te hagas una idea, estas serían unas buenas opciones para comer durant una semana:

A media mañana siempre una pieza de fruta y a media tarde un lácteo desnatado.

Izaskun Arraras es nutricionista de Vitalista.com (una empresa dedicada en exclusiva a llevar comida sana y variada a sus clientes hasta su lugar de trabajo)

, publicados por el portal hoymujer.com.

1. Piensa en ti. Para determinar el tipo de menú que te vas a llevar al trabajo tienes que tener en cuenta una serie de factores:


2. Come a menudo.
Recuerda que para que una dieta sea equilibrada debes realizar cinco o seis ingestas diarias de comida. Por ejemplo, en el caso de trabajar en una oficina de nueve de la mañana a seis de la tarde lo importante es haber realizado un desayuno completo en casa, comer una fruta a media mañana como tentempié, hacer una comida y merendar un lácteo desnatado o una fruta como merienda. Y no te saltes la cena, o engordarás. Hacer cinco o seis ingestas al cabo del día ayuda a regular los niveles de glucosa y a mantener un peso óptimo. Para que la cena sea una ayuda a la hora de mantener tu peso ideal lo importante es no llegar a ella con un hambre de lobo (por eso es importante merendar) y no dejarte seducir por las formas de cocción que más calorías añaden a nuestros platos: despídate de los fritos y rebozados y saluda a tu horno, tus ollas y la plancha.

3. Escoge bien y organízate. Entre los alimentos que deben formar parte de la comida “laboral” hay que privilegiar aquellos que hacen que la alimentación sea equilibrada y variada, como son las verduras, las legumbres, la carnes blancas, los pescados, las frutas y los lácteos desnatados. Al mismo tiempo, hay que desechar los alimentos grasos y reservarlos para consumirlos de manera ocasional. Además, llevar una fiambrera repleta de recetas ricas y sanas es posible sin necesidad de dejarse las pestañas cocinando la noche anterior. La clave está en organizar el menú semanal con antelación, por ejemplo, el domingo por la mañana, para planear, cocinar y almacenar. Los “tupper” y el congelador serán tus aliados. Y si tu lugar de trabajo no cuenta con un microondas para calentar la comida, no desesperes ni recurras al aburrido bocadillo. Decántate por ensaladas con cuatro ingredientes de base como mínimo (lechuga, tomate, zanahoria rallada y rúcula, por ejemplo) a las que puedes añadir un plus de proteínas saciantes añadiendo pollo, pavo, salmón o huevo cocido; o ensaladas de verduras, pastas o arroz y completar la cena con los alimentos que no hayas podido consumir durante el día.

4. Un buen ejemplo. Para que te hagas una idea, estas serían unas buenas opciones para comer durant una semana:

A media mañana siempre una pieza de fruta y a media tarde un lácteo desnatado.

Izaskun Arraras es nutricionista de Vitalista.com (una empresa dedicada en exclusiva a llevar comida sana y variada a sus clientes hasta su lugar de trabajo)

Trucos para comer sano en el trabajo was last modified: enero 19th, 2012 by
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