La última nevada sobre la capital fue en la madrugada del 27 de enero de 2005 y en la ciudad recordaron hoy la que cayó el 11 de febrero de 1986 cuando Roma se despertó con una decena de centímetros de nieve en sus calles.
Los ciudadanos viven una jornada difícil debido al tráfico, mientras que los turistas disfrutan del panorama de la nieve que cae sobre los principales monumentos como el Coliseo o Plaza Navona.
La nieve afecta sobre todo a los barrios del sur de la capital y, hasta ahora, no se han registrado problemas en los aeropuertos romanos de Ciampino y de Fiumicino.
Aunque por el momento la nieve no ha obstaculizado las carreteras y calles de Roma, el ayuntamiento de la ciudad ha activado un plan por si el fenómeno continúa durante toda la jornada.
El mal tiempo afecta a todo Italia y también al interior de la isla de Cerdeña, donde nieva desde hace 16 horas, lo que ha causado importantes problemas en la circulación con tramos de carreteras que han tenido que ser cortados.
EFE