El ministro de Energía de Venezuela, Rafael Ramírez, anunció en octubre el pacto entre ambas firmas, que propiciará una inversión de 1.500 millones de dólares para incrementar a 40.000 barriles por día (bpd) la extracción del campo Dobokubi, que actualmente produce unos 4.000 bpd.
“La Asamblea Nacional (…) acuerda aprobar la constitución de una empresa mixta entre la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP) y Petropars UK Limited o sus respectivas afiliadas, con una participación accionaria de 74 por ciento y 26 por ciento, respectivamente”, dijo el documento.
La CVP actúa por parte de su casa matriz, PDVSA, mientras que Petropars UK Limited es la filial británica de la iraní Petropars.
La empresa mixta, que aún debe cumplir una serie de pasos legales para formalizar su creación, podrá explotar el campo Dobokubi en el oriental estado Anzoátegui durante 25 años.
En el área petrolera, Venezuela vendió hasta hace pocos meses unos 20.000 bpd de gasolina a Irán y en noviembre anunció que PDVSA participará con 10 por ciento en el bloque 12 del gigantesco campo de gas South Pars en ese país, para lo cual ofreció pagar unos 760 millones de dólares.
Venezuela ha estado asignando en forma directa decenas de pequeños y medianos campos de crudo en áreas tradicionales a empresas de países como India, Cuba, Angola, Bielorrusia y España, con la meta de revertir la declinación que acumula su producción petrolera desde el 2009.
Asimismo, el Ministerio de Energía solicitó el mes pasado a más de 20 empresas mixtas entre PDVSA y firmas extranjeras conseguir financiamiento propio para elavar su extracción mediante una “plan de remediación” de campos.