La incredulidad parecía ser la constante, un día después de que Colombia y Venezuela acordaron restablecer las relaciones diplomáticas y anunciaron la creación de varias comisiones para analizar la reanudación del intercambio comercial y el análisis de temas de seguridad e infraestructura en la frontera.
Algunos empresarios ven ampliamente riesgoso volver a un mercado que depende en gran medida de los caprichos de las decisiones de una persona, como el presidente venezolano Hugo Chávez, que en sus 11 años de Gobierno ha ordenado en varias ocasiones la ruptura de los vínculos con Colombia.
A ello se suman los frutos que ha dado la tarea de sustitución de mercados en la que se adentraron los exportadores tras la restricción comercial que ordenó Chávez hace un año, como retaliación a la firma de un acuerdo militar que firmó Bogotá con Washington y que el mandatario ve como un riesgo a su soberanía.
“Si uno lo mira como país puede que ya no sea importante, puede que ya el comercio con Venezuela no sea tan significativo como lo fue”, dijo a Reuters el presidente de la Asociación de Comercio Exterior de Colombia, Analdex, Javier Díaz.
La restricción llevó a que las ventas colombianas al país vecino cayeran de 6.000 millones de dólares en el 2008, a 4.000 millones en el 2009 y el Gobierno estima que se desplomarán hasta 1.000 millones de dólares este año.
DEUDA, PRIMER PUNTO
Pese a ello, en el primer semestre las exportaciones totales de Colombia subieron un 24,3 por ciento a 19.249 millones de dólares, frente a igual lapso del año pasado, producto de los altos precios internacionales de las materias primas y la apertura de nuevos mercados.
En contraste, en el mismo periodo las ventas destinadas a Venezuela disminuyeron un 71,7 por ciento a 759 millones de dólares.
Para los colombianos, el principal punto por resolver para recuperar la confianza es que Venezuela pague la deuda que tiene con exportadores, valorada en alrededor de 800 millones de dólares desde hace más de un año.
“Para nosotros es más importante el pago de la deuda a que se restablezca el comercio porque hay mucho empresario con mucha desconfianza, muy incrédulo, muy preocupado de exportar a Venezuela y que el mecanismo de pago no esté claro”, consideró la canciller colombiana María Angela Holguín.
Díaz, en tanto, admitió que el comercio en sectores como el de alimentos –al que se le dificulta más la sustitución de mercados por ser productos más perecederos-, así como los de producción cerca de la frontera como calzado y textiles, serían los de más rápida recuperación en un eventual restablecimiento.
“Ahí hay un comercio natural en la frontera y un comercio natural en la parte de alimentos que muy rápidamente va a coger una dinámica positiva porque Venezuela tiene escasez“, dijo.
El cierre comercial impuesto por Chávez ocasionó un desabastecimiento de productos básicos en Venezuela, especialmente de alimentos, que disparó la inflación.
(Reporte de Nelson Bocanegra; Editado por Manuel Farías)
Reuters