Así lo testifica Armando Chavarría, comerciante oriundo de Texas, EE UU, quien en junio pasado partió de Medio Oriente y en menos de 10 horas pisaba el aeropuerto de Maiquetía. Allí tuvo que esperar nueve horas para poder abordar el avión de la línea Venezolana que lo traería al terminal aéreo La Chinita, donde, además, esperó dos horas más para que le entregaran el equipaje, a las 2:00 de la madrugada.
“No me dieron agua, ni comida y mucho menos una explicación. De Caracas a Maracaibo tardamos 12 horas, ¡es insólito! El sistema aeronáutico de Venezuela está rezagado unos 15 años con respecto al resto del mundo, en cuanto a flota, atención al pasajero, infraestructura aeroportuaria y cultura de servicio”, manifestó Chavarría, este martes desde el aeropuerto zuliano.
La misma historia se escuchó de un pasajero procedente de Bogotá, Colombia, que el domingo 28 de agosto llegó a Maiquetía y debía tomar el avión de las 3:30 pm de Aeropostal, con destino hacia Maracaibo. Pero, la aeronave se tardó cerca de cinco horas en despegar. A “La Chinita” llegó a las 8:00 de la noche, y se vio obligado a esperar una hora más para que le entregaran su equipaje.
Cada vez son más frecuentes y dilatados los tiempos de espera en los aeropuertos venezolanos, donde a diario se registran demoras, tanto en vuelos domésticos como en los internacionales. El parque aeronáutico nacional es de 60 aerolíneas, de las cuales 13 son nacionales y 47 internacionales. Esta flota comercial está conformada, en su mayoría, por equipos que datan de hace más de 30 años y requieren un mantenimiento constante, registra la Asociación Nacional de Líneas Aéreas (Alav).
Al ‘viacrucis’ del pasajero se suma que las aerolíneas no le informan sobre la razón del retraso, no se responsabilizan por la alimentación, ni hospedaje y tampoco se preocupan si el usuario necesita una atención médica.
“Viajar aquí es una lotería, porque siempre pasa algo: que si un pájaro se atravesó, que se presentaron fallas técnicas”, se queja Margarita Urdaneta, usuaria.
El presidente de la Asociación de Aerolíneas de Venezuela (Alav), Humberto Figuera, expuso las dos razones están detrás del retraso en los vuelos. La primera, el mal tiempo y la segunda, el control cambiario.
“Estamos en un cuello de botella que no se ha podido resolver, porque para tramitar una solicitud de divisas, para comprar repuestos al extranjero, hay que obtener una constancia del Ministerio de Industrias Básicas y Ligeras que certifique que la pieza no se produce en el país, eso se puede llegar a tardar hasta seis meses, lo que retrasa el mantenimiento de la flota”, explicó Figuera.
La carta de presentación de todo país son sus aeropuertos, y la calidad del servicio de transporte que se preste. En Venezuela, el problema diario del pasajero varado dejó de ser una anécdota para convertirse en un tema de Estado.
El nuevo presidente del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (Inac), Francisco Paz Fleitas, se reunió, el pasado 19 de agosto, con representantes de las líneas aéreas nacionales e internacionales, para abordar los problemas que atraviesa el servicio aeronáutico venezolano. “La seguridad no se negocia. Hay que corregir ciertas fallas operativas que existen. Es por ello que es necesario revisar los casos sobre la sobreventa de boletos aéreos y los índices de puntualidad y efectividad de los explotadores de los servicios”, sostuvo el funcionario, quien recibió, de las aerolíneas, las quejas sobre retardos en el acceso a dólares de Cadivi para repuestos, a mantenimiento y se comprometió a buscar una solución. Mientras, los aeropuertos siguen atrapados en la anormalidad.
La pasajera Margarita Urdaneta compara el escenario venezolano con países como México o Colombia, donde 15 minutos de retraso le cuesta a la aerolínea multas millonarias o indemnización al viajero: “Por ejemplo, el aeropuerto de Ciudad de México tiene el mayor tráfico del mundo con 25 millones de personas anuales, no se retrasa ni un minuto.
Y las aerolíneas internacionales, como la alemana Lufthansa, despega, en el horario establecido. En agosto me vine desde Doha (Qatar) en Atlas Air y todo estaba perfecto, pero al llegar a Caracas el encanto se acabó. Las maletas se perdieron y el vuelo a Maracaibo se retrasó”.
Yanivis Florián Cadena / Foto: Archivo Maracaibo