Gracias a una información suministrada por la diputada a la Asamblea Nacional, Tamara Adrián, proveniente de una investigación realizada, al menos 30% de los hombres pertenecientes a las tribus Waraos en el Delta del Orinoco, estarían infectados de VIH. Una epidemia que no ha sido controlada por el Estado.
Desde épocas remotas las comunidades indígenas tienen tradiciones inveteradas, siendo una de ellas la convivencia con las Tida Winas o mujeres con pene, por su traducción al español.
Según refiere la diputada, mucho antes de que diferentes grupos religiosos comenzaran a evangelizar en las tribus indígenas, estas mujeres transgénero ocupaban importantes cargos dentro de sus comunidades, pudiendo ser hasta curanderas, sin embargo, por razones culturales y religiosas, las famosas Tida Winas fueron expulsadas. Tuvieron que huir, principalmente, a San Félix y Maturín, allí fueron contagiadas del Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) y cuando regresaron nuevamente a sus tribus, ya estaban infectadas contagiando así al menos al 30% de los hombres de esa zona.
“La poca gente que habla de este tema cree que es un mito o un invento y no, no es así. Hay una epidemia que el Gobierno no ha podido controlar”, destacó Adrián, quien además reiteró su preocupación por este caso que no es más que uno de los resultados de la falta de interés de las autoridades por abordar a tiempo las temáticas sexuales. “Basta de discursos, es hora de actuar”, puntualizó la diputada.
Esta es una situación que se agudiza, principalmente porque la transmisión de VIH en esta zona va en aumento y segundo porque en términos de salud, la situación no ha sido controlada ni en un 5%. “Lo peor de todo es que el Gobierno no está en la capacidad de distribuir retrovirales a las comunidades”, dijo Adrián, haciendo referencia a la escasez de medicamentos en la que se encuentra el país.
Para la diputada, lo más importante en este momento es atacar con políticas públicas de calidad aspectos como el desconocimiento y la desinformación, así como también la llamada transfobia.
“Yo tengo una frustración muy grande y es que desde la Asamblea Nacional no hemos podido someter a discusión muchos de estos problemas que aunque parezcan mentira son una realidad”, puntualizó la diputada.
