La providencia es de la Comisión Nacional de Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles. La regulación establece un Sistema Integral de Prevención y Control sobre el tema.
Este sistema “debe prever acciones tendentes a mitigar los riesgos de legitimación de capitales y financiamiento del terrorismo, además de otros delitos que involucren y estimulen a los empleados, contratados, directivos y accionistas” de las empresas del ramo.
Los casinos, salas de bingo y máquinas traganíqueles deberán implementar la política “conozca a su cliente”. Según esto, deben contar con información individual de cada uno de sus clientes y mantener sus registros, por lo menos, por 10 años.
Las salas de envite y azar deberán solicitar nombre completo, dirección de residencia, número telefónico, tipo y naturaleza de la operación que pretenda realizar y una declaración del origen de los fondos utilizados por el jugador. Si el cliente invierte de forma mensual más de 300 unidades tributarias o gana un premio que supere ese umbral deberá informar sobre su actividad profesional o comercial.