* Entre el labio inferior y la barbilla se encuentra la primera zona erógena masculina. Miles de caricias pueden servir para estimularlo.
* Los besos y roces de piel con la nuez de Adán, otro punto G, son imprescindibles para activar su deseo.
* Una extraña conexión con los genitales tiene la tercera zona erógena: el hueso del tobillo. Ingéniatelas para impulsa esa conexión.
* Bastante placer se puede perder por los prejuicios. Es que algunas partes del cuerpo de los hombres como las tetillas o las nalgas son otros puntos sensibles para el sexo, no sólo exclusiva de las mujeres.
* Según los especialistas es la zona menos explorada pero una de las más placenteras para ellos, el pliegue entre el pene y los testículos. Su acción es bastante prolongada.