En la antigüedad, la fiesta de la Cruz de Mayo era conocida como la Festividad de los Mayos, porque se le rendía tributo a la naturaleza, a través de un tronco o tótem, al cual le bailaban y le colocaban adornos y flores. Con la llegada de la religión cristiana, esta festividad fue acogida por la nueva fe, cambiando el tronco por la cruz.