LA CHINITA

Suena la gaita en su máxima expresión. Una multitudinaria presencia de feligreses canta sin cesar a La Chinita. Los ojos de los presentes se desbordan en lágrimas, luego que un inexplicable sentimiento llena sus exaltados corazones. Es una energía que contagia todos los 18 de noviembre hasta al menos creyente, pero que este año tiene un motivo especial: los 70 años de la coronación canónica de la Virgen de Chiquinquirá.

Una vez más la feligresía zuliana se reencontrará este sábado con la reliquia más sagrada y venerada de toda la entidad: El retablo de caoba con la imagen de María del Rosario de Chiquinquirá, que baja nuevamente de su nicho para encontrarse con sus devotos en el pórtico de la Basílica, en medio de una gigantesca ofrenda de flores, gaitas y aplausos.