Abanicos apaciguan el infierno que se vive dentro del metro

   Basta entrar a cualquier estación para sentir el vapor. Sofocante, pegajoso y asfixiante. Una sensación que se agudiza en el andén, por el volumen de personas aglomeradas a la espera del tren. Y que se intensifica en un vagón abarrotado de usuarios transpirando por la falta de aire acondicionado. Así de infernal se ha vuelto viajar en el metro de Caracas. De allí la proliferación de abanicos, hojas, carpetas o cualquier objeto que permita agitar un poco de aire -así sea caliente- para apaciguar aquel infierno.

«Me molesta mucho el calor afuera y dentro de los vagones», comenta Yudith Sánchez mientras mueve con fuerza su abanico para contrarrestar la molestia que le causa la falta de aire. «Muchas veces me ha tocado cambiarme de vagón, porque el calor le hace a uno correr agua por todas partes», acotó.

«El problema de la ventilación ha empeorado», agregó Leyda Cedeño, quien también agita su abanico. «Y el calor que tenemos en Caracas tampoco ayuda. Muchos de los vagones no tienen aire. Uno tiene que andar sorteando de uno en uno para ver si tienes suerte. De Bellas Artes a El Silencio siempre me toca cambiarme porque el calor es muy fuerte».

Un informe de la Vicepresidencia de Operación y Mantenimiento del Metro de Caracas con fecha 30 abril de 2009 revela que había 34 fallas de aires acondicionados en 23 de los trenes que prestan servicio en línea 1.

No ha de extrañar entonces que la directiva del Metro de Caracas haya hecho en los últimos meses varios anuncios sobre mejoras en el sistema de climatización. El más reciente se hizo la semana pasada, cuando se informó sobre la limpieza de 5.800 metros lineales de tuberías de la Planta de Refrigeración N° 2 que surte de agua helada el sistema de climatización de las estaciones El Silencio, Capitolio, La Hoyada, Parque Carabobo y Bellas Artes.

«Se espera que muy pronto los usuarios del metro de Caracas comiencen a sentir mejoras en la climatización de las estaciones alimentadas por esta planta», reseña textualmente el comunicado publicado en la página web de la empresa de transporte.

El asunto es que esa promesa también se escuchó en septiembre de 2009, cuando se hicieron trabajos de mantenimiento en la planta de refrigeración N° 3, que suministra enfriamiento a Chacaíto, Sabana Grande y Plaza Venezuela.

En ese entonces, se dijo que se procedería a lavar las Unidades de Manejo de Aire (UMA) y los filtros, lo que surtiría «un efecto importante en la reducción de las temperaturas» en las referidas estaciones.

«Estamos trabajando en la recuperación de dos plantas de refrigeración que suministran el aire a las estaciones más antiguas del sistema metro», afirmó el presidente Víctor Hugo Matute en declaraciones dadas a VTV en octubre del año pasado. «Por lo que estimamos que a finales de noviembre se comenzará a sentir una temperatura más confortable».

Pasó noviembre, diciembre, enero y febrero, pero aún sigue sin sentirse mejoras. «La mayoría de los trenes no tienen aire, por eso ahora las mujeres andan con sus abanicos», comentó Roberto Rodríguez. «Yo no aguanto meterme en un vagón sin aire, porque se me baja la tensión», agregó María Guevara. «Y si no me cambio enseguida, en la siguiente estación me salgo».

Aunque podría pensarse que la falta de aire acondicionado forma parte del plan de racionamiento eléctrico, hay indicios que sugieren que no es así. En enero, la directiva del Metro informó que el sistema no se vería afectado por el recorte eléctrico. Y las veces que han hablado que se sumarán al plan de ahorro de energía y de agua, solo hacen referencia al área administrativa. Por tanto, el presidente del Metro de Caracas, Víctor Hugo Matute que explique por qué tanto calor.