Junta coordinadora organizará trabajo de los diputados de la MUD

    El próximo 5 de enero la Asamblea Nacional cambiará de cara cuando se sienten en sus curules los 65 diputados de la Mesa de la Unidad Democrática que se agruparon en el llamado bloque de la unidad.

Este constará de seis grupos de opinión, las antiguas fracciones, en la que estarán agrupadas las tendencias políticas que conforman la organización.

El 16 de diciembre la alianza política anunció que los seis líderes de los grupos de opinión conformarán la junta coordinadora del bloque de la unidad encargada de organizar el trabajo parlamentario. A pesar de que los grupos de opinión fueron suprimidos con la modificación del Reglamento de Interior y de Debates de la Asamblea Nacional, la MUD decidió mantener la junta con la finalidad de que esta articule el trabajo y las decisiones de los parlamentarios.

Los líderes de los grupos son Hermes García (Podemos y La Causa R), Alfonso Marquina (Un Nuevo Tiempo), Juan Carlos Caldera (Primero Justicia), Edgar Zambrano (AD), María Corina Machado (independientes) y Eduardo Gómez Sigala, que presidirá el Grupo Humanista integrado por diputados de Copei, Proyecto Venezuela e independientes.

Las primeras tareas de esta Junta Coordinadora, que tiene como finalidad dar una respuesta rápida ante las acciones del Gobierno, será definir la agenda parlamentaria que presentará la oposición el 5 de enero y determinar a qué comisiones de la Asamblea pertenecerá cada uno de los legisladores. «Este grupo trabajará en equipo de manera coherente e integrada, definiendo las normas y los mecanismos para asignar responsabilidades en esa nueva Asamblea a la que nos incorporaremos el 5 de enero», señaló Gómez Sigala.

Los seis integrantes de la junta coordinadora escogerán a tres personas que conformarán la llamada coordinación ejecutiva. Esta instancia será la encargada de hacer el enlace entre los parlamentarios y la Mesa de la Unidad para que haya coherencia con las políticas que defina la alianza opositora.

Los seis líderes de fracción se reunirán para los asuntos que requieren mayor rapidez, mientras que para decisiones menos apremiantes podrán reunirse los 65 diputados.

Rapidez y amplitud. El presidente de la comisión de análisis de normas del grupo parlamentario de la MUD, Omar Barboza, explicó que con la definición de la estructura organizativa intentan combinar criterios de rapidez y amplitud en la toma de decisiones. «Uno de los reclamos, con justificación, que se le ha hecho a la mesa es la falta de reacción oportuna; necesitamos un grupo que reaccione rápidamente y tenga el respaldo de los 65 parlamentarios».

Sobre la delegación de la facultad legislativa, por año y medio, en el Presidente a través de la Ley Habilitante los diputados aseveran que realizarán su labor, independientemente de los obstáculos que se pongan desde el Gobierno. «El señor Chávez puede creer que con esta Ley nos va a silenciar o acabar. No hay forma en esta tierra de que él evite que nosotros ejerzamos el mandato que el pueblo nos dio el 26 de septiembre. Ahí vamos a estar para ejercer nuestra función legislativa y contralora», señaló el líder de UNT, Alfonso Marquina.

El diputado electo por Bolívar, Andrés Velásquez, expresó que estas estructuras garantizan la unidad de los diputados de la MUD. «Estamos trabajado férrea y graníticamente».

En atención a los obstáculos que ha puesto el Gobierno a los diputados electos, los parlamentarios explican que su trabajo también estará fuera del hemiciclo. De hecho, la mesa adelanta una agenda de movilizaciones que comenzó con la protesta de los diputados en la Asamblea Nacional, la Organización de Estados Americanos en diciembre y que continuará con una concentración el 5 de enero, día de la instalación del nuevo Parlamento y una marcha en Caracas el 23 de enero, día de la caída de Marcos Pérez Jiménez.

Todos los diputados de la alianza opositora coinciden en señalar que, más que una demostración de fuerza, la delegación de los poderes legislativos en el Presidente es una muestra de debilidad y miedo ante la votación popular. «Toda la arremetida lo que refleja es el terror, el miedo, el pánico del Presidente en este momento. En la misma medida en que Chávez se siente más débil en apoyo popular, lo vamos a ver mucho más represivo, mucho más violento», argumenta Marquina.

La movilización
En la Mesa de la Unidad señalan que las movilizaciones de calle cumplirán un papel importante en 2011, sobre todo a raíz de las limitaciones a las instituciones políticas que lleva a cabo el Ejecutivo.

El coordinador del Grupo Humanista, Eduardo Gómez Sigala, señala que la protesta ciudadana va a ser primordial para que la sociedad exprese su descontento y no se deje desmoralizar por las acciones del Ejecutivo. Recuerda que el paquete de leyes aprobado por el Parlamento anterior afecta a los trabajadores, los estudiantes, los medios de comunicación y el bolsillo de todos los venezolanos.

«El que piense que su actividad concluyó al elegir unos diputados con su voto se equivoca. Los diputados vamos a hacer nuestra labor, pero la movilización y activación del país es un paso absolutamente necesario para que ese rechazo a las decisiones del Ejecutivo se vea reflejado en los distintos sectores de la sociedad». 

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