Noé Pernía sostiene que en Venezuela se puede aún emprender el rescate del periodismo de calidad.

         En en el marco del Día del Periodista, Noé Pernía sostiene en su columna que “en Venezuela se puede aún emprender el rescate del periodismo de calidad“. Además, advierte lo negativo que resulta cuando “lo político pisotea al periodismo desde las hegemonías de la comunicación”.

Esta es la columna completa:

En estos años de combate ideológico el periodismo ha estado bajo secuestro por las hegemonías comunicacionales de los medios masivos públicos y privados.

Y el primado del género de opinión hizo posible en medio de esa oscuridad el crecimiento de todo un star system de opinadotes profesionales que opacan al oficio reporteril.

De esta forma en el ecosistema de medios se confundió la opinión del star system y sus respectivas matrices hegemónicas con el reporterismo de contacto popular y ciudadano.

¿El resultado? Los núcleos de los medios masivos siguen ofreciendo un panorama del entorno real que se ha construido desde las cúpulas y no desde las comunidades que son la base sociopolítica del país.

Y como dijo Aram Aharonian en junio de 2009 en un encuentro de intelectuales chavistas: “Un pozo es lo único que puede construirse desde arriba”. Esta sabia observación es válida para todo el mundo.

El Colegio Nacional de Periodistas convocó al premio Arturo Uslar Pietri en el que han concurrido trabajos que lanzan una señal importante: En Venezuela se puede aún emprender el rescate del periodismo de calidad.

¿Y cuál periodismo de calidad? Ese de a pie, con libreta en mano y la cabeza sobre los hombros que no le tiene miedo a meterse en un barrio, en una cárcel, que busca la voz de aquellos sujetos invisibles en medio de la guerra psicopolítica de los medios de combate ideológico.

Por cierto que ese periodismo de calle entre otras cosas no puede ser menos que «político» en el amplio sentido de su relación directa con la gente, las comunidades y sus conflictos.

Lo malo es cuando «lo político» pisotea al periodismo desde las hegemonías de la comunicación con el fin de producir versiones artificiosas de una realidad que sólo caben en el limitado espacio de una idea preconcebida.

Uno creía hasta hace poco que el periodismo ya había fallecido en manos de las estridencias, la pobreza intelectual y las bagatelas opináticas que a diario escupen los medios de uno y otro bando, pero los concurrentes al premio del CNP son una pequeña muestra de que no todo está perdido.

Noé Pernía
PERIODISMO S.O.S