Vaticinan crisis laboral en Vargas

   Maiquetía.- Sectores productivos de Vargas temen que medida de desalojo que pesa sobre el parque industrial ubicado en los terrenos de la urbanización Playa Grande se transforme en una crisis laboral y operativa para la entidad costera.

Los temores se basan en las consecuencias inmediatas que traería la orden de desalojo que afecta de manera directa a unas 500 pequeñas y medianas empresas de transporte y almacenaje, talleres, ventas de repuesto y lubricantes, así como espacios de venta de comidas para quienes laboran en la zona.

La medida pone en riesgo 7 mil puestos de trabajo y deja sin estacionamiento unas 3 mil gandolas que laboran en el puerto de La Guaira y Aeropuerto de Maiquetía.

La salida es producto de la propuesta de un desarrollo habitacional de 1.900 viviendas que hizo el Presidente Chávez para estos terrenos, que pertenecen al Instituto del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar.

Mientras el Gobierno de Vargas asegura que los lapsos de espera prescribieron el pasado miércoles 5 y que las empresas deberán buscar sitios idóneos para mudarse, dentro o fuera del estado, los transportistas se mantienen en los terrenos, custodiados por la Guardia Nacional, buscando ser escuchados.

«Nosotros lo que queremos es diálogo con el ejecutivo para mostrarle nuestras propuestas, un plan socioproductivo que incluya a los consejos comunales de Playa Grande. Nuestro criterio es el de un reordenamiento que permita viviendas y la permanencia de las empresas de transporte pesado. Comprendemos la necesidad de techo, pero y qué se hace con la necesidad de trabajo que tiene el pueblo de Vargas, cuya economía se basa es en el turismo y la aduana, en donde somos un eslabón importante», explica Edmidio Palumbo, quien preside la Cámara de Transporte Pesado de Vargas.

Ante las propuestas de buscar terrenos en lugares como Guarenas o Valles del Tuy, los transportistas explican que traería como consecuencia el incremento de sus servicios y por ende de la cadena de importación, lo que acarrearía un caos operativo en la movilidad del puerto y el aeropuerto.

Una economía delicada
«La economía de Vargas es un ecosistema muy delicado. No existe otra zona industrial que se haya desarrollado en torno a un gremio, como lo es el que existe en Playa Grande con el transporte pesado. Allí hay gente que ha levantado su familia gracias a ese trabajo. Cuando hablamos de una gandola no sólo es su dueño, sino que en muchos casos da de comer a dos chóferes y dos ayudantes. Más que una salida forzosa, nosotros pedimos al Gobierno apoyo para el desarrollo necesario de una zona industrial para Vargas», agrega Cipriana Ramos, presidenta de Cámara de Comercio de La Guaira.

Sin embargo, las autoridades aseguran que no hay marcha atrás para la orden de desalojo.

«En un lapso de 10 días ya debemos tener el área libre para poder proceder a hacer el levantamiento topográfico del suelo e iniciar el desarrollo de los proyectos de viviendas que son prioritarios en estos momentos. Si algún privado no tiene intención de sacar sus vehículo de aquí, pues lo haremos nosotros cumpliendo con los pasos judiciales», advirtió el Gobernador de Vargas, Jorge García Carneiro.

Hasta el momento, el propio ejecutivo regional ha vigilado la movilización de 900 contenedores, 100 gandolas, 200 equipos de carga y 300 vehículos, los cuales son trasladados al sector de Cerro Grande, en Caraballeda. Otras empresas han mudados sus espacios a zonas de Catia La Mar y a zonas de Los Corales, donde no son bien recibido por vecinos, por ser áreas cuya zonificación no se corresponde con el manejo de carga pesado o de contenedores.