Volver a empezar tras la sequía sexual

Para que te olvides de los nervios y te quedes sólo con lo positivo, Cosmo y sus expertos te han preparado un mapa de las carreteras sexuales para facilitarte la puesta en marcha.

1-“¡Socorro, tengo que desnudarme!”

Durante el año pasado, los únicos ojos que te han visto al natural han sido los de tu osito de peluche. No te pongas de los nervios porque parece que pronto vas a volver a mostrarte en traje de Eva ante un adulto de sexo contrario. Recuerda: si tú no te sientes a gusto con tu cuerpo, él tampoco lo estará. Y deja de darles vueltas y más vueltas a tus medidas, tus muslos, tu celulitis o cualquier cosa que te preocupe: si un hombre quiere hacerlo contigo es, obviamente, porque le gustas.

2-“Va a pensar que soy una sexoadicta”

La verdad es que a él le va a encantar tu natural predisposición, ¿o acaso has conocido a algún chico que se queje de las mujeres que quieren hacer el amor demasiado a menudo? Pero claro, tampoco quieres parecer una ninfómana descontrolada…
¿Cómo resolver el dilema? No te cortes. Marina, una estudiante gallega recuerda -que tras su meses de castidad, y en vista de que estaba como loca por volver a la acción, le dijo a su compañero: “Generalmente me tomo un tiempo para conocer a un hombre antes de llegar a más, pero tengo que confesarte que me pareces tan sexy que lo único que me apetece es cogerte de los pelos y arrastrarte a mi casa”-. El se sintió el rey del mambo; ella se lo pasó como una reina.

3-“¿Le pareceré una patosa?”

Llega el momento de la verdad y, por fin, cuando las cosas se ponen al rojo vivo, vas y te tropiezas con tus braguitas. “Estas torpezas previas no sólo son divertidas. También resultan sexys –opina Juan Carlos-. No hay hombre que no se sienta halagado (y excitado) cuando una mujer pierde el control al intentar seducirle.
Si te tomas a broma cualquier pifia y te ríes de ella, verás como él la considera como la ocasión perfecta para romper el hielo.

4-¿Qué pasa si he olvidado mis mejores trucos de cama?

La primera vez que lo haces con alguien nuevo es como bailar con un desconocido. Al principio te sientes algo patosa, pero basta con un par de compases para coger el ritmo. Si pasados los primeros minutos sigues todavía nerviosa, procura olvidarte de todo y concentrarte sólo en tu pasión. Recuerda siempre que la cualidad más sexy que puedes mostrarle a un hombre es, sencillamente, tu entusiasmo.

5-¿Y si hubiera encogido por dentro?

Es posible que te preguntes si tu cuerpo no habrá sufrido algún tipo de cambio que dificulte o haga decepcionante el regreso a la vida sexual activa. Esa debe ser la última de tus preocupaciones: el cuerpo femenino está preparado para el sexo, por mucho tiempo que haya pasado desde la última vez que lo hicieras. Lo que sí es cierto es que puedes sentirte “más estrecha”, porque quizás tardes más tiempo en lubricar si hace mucho que no ejerces. Pero tranquila, no hay nada mejor que la práctica, y después de esa primera vez te irá resultando más y más fácil.

Fuente.Cosmopolita

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