Dietas milagrosas afectan el metabolismo

    Las dietas pautadas por las mujeres en el mes de enero tienden a generar desorden en el metabolismo y un gran efecto rebote, por lo que la nutricionista, Karina Fuenmayor, recomienda no realizarlas

“En enero empiezo la dieta”, repiten las mujeres venezolanas como un diálogo aprendido al finalizar cada año la época decembrina. Pero pocas son las que se esfuerzan por llevar a cabalidad el plan por medio de un camino posible y real a través de una dieta equilibrada, saludable y perdurable en el tiempo.

El reto está en no guiarse de los consejos de familiares, amigos, médicos no especializados o internet. Ni seguir al pie de la letra “dietas milagrosas” que generan un adelgazamiento rápido pero con un desequilibrio metabólico dañino.

Algunas mujeres inician una dieta conformada por desayunos de solo frutas. Esta descompensación provoca que disminuya la serotonina (neurona que regula el apetito mediante la saciedad), por lo que la ansiedad continúa indicando que el plan no funciona.

Karina Fuenmayor, nutricionista de Locatel, consultada por La Verdad, recomendó ignorar  las famosas dietas de la piña, lechuga, o el atún. Explicó que cada régimen alimenticio tiene que individualizarse de acuerdo a las características, peso o patología que presenta cada persona.

Los regímenes milagrosos suelen ser deficientes en algún tipo de nutriente por lo que pueden producir un déficit en el organismo. Los diseñados para eliminar los carbohidratos, explicó, generan debilitamiento y conlleva a que la persona abandone más rápido el plan.

Anudado a eso “se produce el efecto rebote. Pierden mucho peso al inicio del tratamiento y una vez que la dejan recuperan el doble o más. Lo ideal es balancear las comidas. No reducirlas de forma brusca, sino eliminar poco a poco los de alto contenido de azúcares y grasa”.

Fuera de los platos

Luego de varios encuentros decembrinos es habitual que aparezcan molestias estomacales derivados de las digestiones pesadas. Es recomendable, por tanto, recuperar el ritmo normal de alimentación haciendo hincapié en la ingesta de frutas, verduras, pescados hervidos o al horno, carnes magras, y abundante líquido como agua o jugos naturales.

Fuenmayor recordó una serie de recomendaciones generales que siempre ayudan a bajar de peso:fijar un horario para cada comida; consumir tres o cuatro raciones al día de frutas y verduras; eliminar las harinas refinadas, carbohidratos complejos, refrescos y azúcares; sustituir la azúcar blanca refinada por una artificial; realizar una hora de actividad física cardiovascular diaria y tomar agua.

Esto debe sumarse a la conformación de platos balanceados en donde se incorporen carbohidratos y proteínas para los desayunos, y ambos componentes junto a los vegetales para los almuerzos y cenas. La Verdad te presenta algunas opciones, según las sugerencias de la especialista y el Instituto Nacional de Nutrición (INN).