Philomena y El lobo de Wall Street ya están en Venezuela

      El lobo de Wall Street es una película de excesos. Desde la historia de su protagonista hasta sus tres horas de duración.

Dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por un impecable Leonardo DiCaprio, cuenta la historia real del ascenso y caída de Jordan Belfort, corredor de bolsa que hace unos 20 años pasó de la honradez a amasar una descomunal fortuna estafando millones de dólares a inversores.

La película, que cuenta con cinco nominaciones al Oscar 2014 (incluidas las de Mejor película y Mejor actor para DiCaprio), es una especie de orgía continua de sexo, drogas y dinero, con cada escena destacando la misma idea, solo que con más depravación, algo que al final resulta monótono.

El filme también presenta un mundo marcado por la misoginia, en el que las mujeres -salvo una excepción- solo logran ser esposas, amantes, madres, strippers o prostitutas.

Aunque ha sido señalada como un ataque a una sociedad estadounidense obsesionada por el dinero, en realidad la película (narrada desde el punto de vista del protagonista), no profundiza en las consecuencias de las acciones de Belfort, ni en el precio que pagaron sus víctimas.

El lobo de Wall Street tiene en la actuación de DiCaprio su mayor fortaleza. El actor construye un personaje creíble, arrogante y desagradable.

Con opiniones encontradas, que van desde críticas por “bañar de glamour la inmoralidad”, a halagos que la califican como “lo mejor de Scorsese en años”, la cinta destaca la irreverencia del director, así como su habilidad a la hora de explotar los recursos narrativos

Philomena
A medida que transcurre el argumento de Philomena, la película más reciente de Stephen Frears, es difícil desligarse de la desafortunada idea de que se trata de una historia de la vida real.

Judi Dench interpreta magistralmente a una anciana llena de culpas, que decide emprender un viaje para encontrar a su hijo, que le fue arrebatado de sus manos 50 años antes en un convento de Irlanda. La actriz británica logra llevar al personaje sin caer en el melodrama, esa delgada línea que es difícil no traspasar en una trama de estas características.

Con este papel, Dench recibe una nueva nominación al Oscar, premio que recibió en 1999 como por su intervención en Shakespeare In Love. Philomena también compite en las categorías de Mejor película y Mejor banda sonora, al igual que Mejor guión adaptado, por el trabajo de Steve Coogan, quien también protagoniza la historia.

Coogan interpreta a un arrogante periodista, que acaba de ser despedido de su trabajo en medio de una polémica.

Cuando le hablan del caso de Philomena no le da mayor crédito y, de entrada, lo desestima sin saber que descubriría una contundente historia que detalla la red de adopción de niños irlandeses, que fueron entregados a familias adineradas de EEUU.

El director Stephen Frears hilvana las situaciones con delicadeza, llevando a los espectadores a una suerte de road movie. Los actores se trasladan desde un pueblito de Irlanda hasta Londres, y luego a Washington, para terminar de nuevo en su punto de origen, con un cierre dramático y reflexivo poco esperado.

smoreno@cadena-capriles.com
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