Venezuela vende sus refinerías en Alemania

Petróleos de Venezuela (PDVSA) venderá a la rusa Rosneft su participación en el circuito alemán de refinerías Ruhr Oel, en el que está asociada a la británica BP, en momentos en que la estatal sudamericana busca recursos para aliviar su maltrecho flujo de caja.

El presidente Hugo Chávez confirmó el jueves la operación durante una visita oficial a Moscú y una fuente de PDVSA conocedora de las negociaciones agregó que el comprador es Rosneft, que integra un consorcio para desarrollar un ambicioso proyecto de crudo pesado en Venezuela.

Venezuela había negociado con Rusia durante meses la venta de su 22 por ciento en las cuatro refinerías, ubicadas en Alemania y con una capacidad conjunta de 1,04 millones de barriles por día (bpd), como parte de su plan de desinversión en activos “no estratégicos”.

“Nosotros estábamos buscando un socio estratégico para vender nuestra parte en esa refinería. Bueno, ya se acordó con Rusia”, dijo Chávez en declaraciones a su llegada a la capital rusa, donde inició una gira que lo llevará desde Irán a Libia.

El mandatario no dio detalles sobre el monto, condiciones o plazo de la operación, pero la fuente añadió que el acto de firma de la venta está programado para el viernes en Moscú.

Rosneft, una de las mayores petroleras de Rusia, no estuvo disponible de inmediato para comentar la información.

La estatal PDVSA planea además emitir bonos por 3.000 millones de dólares este mes para captar recursos, luego de que las finanzas de la petrolera, motor financiero del Gobierno socialista de Chávez, sufrieran en el 2009 por la crisis económica internacional.

La compañía dice que estas operaciones servirán para impulsar su plan de inversiones, que este ejercicio supera los 16.000 millones de dólares, mientras lidia con una declinante producción petrolera y persistentes fallas en sus operaciones.

Sin embargo, los críticos de Chávez denuncian que el Gobierno utiliza los recursos estatales con fines políticos, financiando programas sociales, gasto público y desventajosos acuerdos internacionales.

Además, Venezuela enfrenta una creciente lista de indemnizaciones por pagar y juicios pendientes por la oleada de nacionalizaciones y expropiaciones que impulsa el mandatario para crear un Estado “socialista”.

ACTIVOS ESTRATEGICOS

El país sudamericano tiene participación en refinerías de Estados Unidos, Alemania, Suecia y Escocia, pero pocas de ellas procesan crudo venezolano o rinden dividendos al país sudamericano, por lo que el Gobierno ha cuestionado la conveniencia de mantener esos activos.

Desde el 2007, Venezuela ha vendido varios activos externos de PDVSA en Estados Unidos y el Caribe, reduciendo la presencia en sus mercados tradicionales e incrementando las multimillonarias nacionalizaciones en el sector nacional y los proyectos por construir en países aliados.

En Ruhr Oel, PDVSA tiene un 50 por ciento de la refinería Gelsenkirchen, un 19 por ciento de Schwedt, un 13 por ciento de Neustadt y un 12 por ciento de Karlsruhe.

Rosneft, en la que el Estado ruso mantiene una participación del 75 por ciento, incrementaría sensiblemente su capacidad de refinación desde los actuales 1,07 millones de bpd que opera refinerías estratégicamente situadas en su área de influencia.

Se espera, por otra parte, que durante la gira de Chávez por Europa y Oriente Medio la británica BP presente una propuesta para vender sus activos en Venezuela a TNK-BP, una empresa rusa en donde tiene participación, para hacer frente a los multimillonarios gastos por un derrame de crudo en Estados Unidos.

BP tiene alrededor del 16 por ciento de la empresa mixta Petromonagas, que opera un mejorador en la Faja del Orinoco, y es socio minoritario en otros dos proyectos de extracción de crudo. Sus activos en el país

 Reuters