1024 Casos ha resuelto Se Ha Dicho, en dos años

Especial aniversario se transmite el 14 de febrero

Más de 512 programas significan para la abogada Mónica Fernández y su equipo un sueño hecho realidad, que sigue materializándose a través de la pantalla de Televen, ayudando a más venezolanos a resolver sus conflictos personales dentro del marco de las leyes vigentes, reforzando siempre la existencia de las instituciones y reivindicando los principios y valores.

La objetivad es fundamental para ella. Su profesionalismo y ética son reconocidos en todo el país. Mónica Fernández es uno de los rostros más respetados de la televisión. El mazo que suena todas las tardes junto con un enfático Se Ha Dicho sellan el fin de un conflicto entre los particulares que acuden a Televen en búsqueda de una visión legal y objetiva, esto ya es parte de la familia venezolana.

Se ha dicho, el exitoso programa que expone los más conmovedores y controversiales casos entre dos partes en conflicto, arriba este 14 de febrero a su segundo aniversario con el gran éxito de haber ayudado a miles de familias venezolanas, de manera directa en el estudio, respondiendo correos electrónicos y con asesorías puntuales.

Su conductora, la abogada Mónica Fernández, confiesa que ha aprendido y crecido mucho en estos dos años, no se puede decir que ha sido un camino difícil, pero sí de mucho esfuerzo y compromiso donde su trayectoria profesional, por más de 20 años en el ejercicio de diversas funciones, le ha permitido -junto a una gran vocación de servicio y facilidad para comunicar-, convertir al derecho en una herramienta de vida cercana al ciudadano.

La fama de Se ha dicho no se detiene. El formato que se transmite de lunes a viernes a las 6 de la tarde por Televen, no sólo es una fuente de consulta de los venezolanos, sino que también es referido por profesionales del Derecho como un espacio para practicar distintas circunstancias jurídicas. “Nuestro programa tiene la dicha de haberse convertido en referencia en las universidades para desarrollar técnicas de oratoria, argumentación y análisis legal. Los profesores lo recomiendan y los estudiantes tienen la oportunidad de analizar diversidad de casos, por ende poner en práctica muchas situaciones, analizadas bajo el marco de la ley venezolana”, agrega la famosa profesional del derecho y conductora del programa.

El formato del espacio se ha mantenido desde el primer día de transmisión; su misión continúa siendo entretener y educar, así lo reconoce la audiencia. Mónica Fernández hace énfasis en la importancia de educar, por ello  difundir el contenido de la ley y dedicar unos minutos a reflexionar las conclusiones de cada caso, para hacerlo aplicable a más situaciones, se ha convertido en una particularidad del formato que la distingue de otros formatos similares de la televisión.

La también Licenciada en Educación, mención Ciencias Sociales (UCAB) y ex Directora Nacional de Prisiones (1997), adelanta que el espacio mantendrá su formato  e incorporará algunas novedades en vísperas de su segundo año al aire, dependiendo de cada caso. “Quizás se verán más actuaciones en la calle, los Poli SehaDicho podrán entregar algunas situaciones, todo si el caso lo amerita.”

Fiel creyente de la verdad y la justicia, agradece a toda los televidentes la fidelidad, el compromiso, el cariño  y la  sintonía que le demuestran desde los primeros programas. Con su afán de aporte a la sociedad, la abogada continúa enfocada en su intención de hacer el derecho y la justicia más cercanos al ciudadano, generando cultura jurídica y para ello está constituyendo una fundación sin fines de lucro: la Asociación de Abogados Solidarios, la cual lidera y espera ver crecer logrando que, abogados en todas partes del país,  estudiantes de derecho, colegios de abogados y universidades, sean aliados de un derecho cercano a la gente. “El Derecho tiene que llegar a todos los hogares. La justicia es un valor que la gente debe aprender y exigir”, explica.

Asimismo, pronto iniciará una gira por varios estados del país, donde apelará a su reconocida pedagogía para compartir con estudiantes y profesionales, sus secretos con los Talleres de Técnicas de Oratoria y Argumentación.

¿Cómo podría resumir estos dos años?

-Los podría resumir en una maravillosa oportunidad de hacer, de manera masiva, lo que siempre he hecho: insistir en que el derecho y la justicia sean parte de nuestras vidas. Para mí es una filosofía de vida ayudar a la gente y siempre como principio sentía que el Derecho tenía que llegar al corazón de todos. Porque el Derecho es como abstracto, lejano, inmaterial, muchos dicen: ‘Qué aburrido son los abogados, no se entienden’ o ‘Los abogados sí hablan raro’. Desde que yo estudié la carrera, mi visión siempre ha sido hacer del Derecho una herramienta cercana a las personas. Entonces desde Se ha dicho existe la oportunidad de hacer ambas cosas. Siempre será importante insistir en cuáles son nuestros derechos, también nuestras obligaciones. Reforzar la vigencia de la ley y de las instituciones, y desde la televisión esto se puede hacer de manera amena y entretenida, pero siempre educando.

Entonces además de ser mediador en el debate ¿También educa?

-Ciertamente. Además soy educadora de profesión, porque soy abogado y Licenciada en Educación y claramente la pedagogía es parte de lo que aprendes cuando estudias la carrera y te sirve para tener ciertas habilidades para comunicar con un sentido eminentemente educativo. En mi caso se juntan las dos cosas. La gente comenta: “Llegó la hora de mi clase de derecho” “Todos los días aprendo algo” “es educativo y entretenido” “ahora conozco más la ley” Y realmente es así. Porque uno lo trata de hacer explicativo, sencillo, cercano y divertido, poniendo además los toques propios de mi personalidad.

¿Fue difícil acostumbrarse a estar frente a las cámaras?

-Yo había sido siempre fuente de consulta y las cámaras no son ajenas, pero el proceso ha sido de constante aprendizaje, no es lo mismo ser un invitado, que ser un conductor, que además tiene que manejar criterios jurídicos, y tomar decisiones. Todos en nuestra carrera, de una manera u otra, hemos tenido distintas inspiraciones vocacionales. En mi caso, los juicios orales de la televisión fueron importantes. Al final un juicio es un teatro donde  se deben desarrollar ciertas cualidades personales para dominar el debate. Depende como tú hables de una evidencia o de un argumento, puede darle un giro a la litigio. Siempre quise ser periodista, pero la vida me llevó a estudiar las dos carreras, por eso al final estoy haciendo lo que quería hacer: comunicar desde un medio, en este caso usando el derecho como una valiosa herramienta. Empecé en radio, pero tenía la idea de que existiera un programa televisado donde se le respondieran los problemas a la gente con consejos y de acuerdo a las leyes, desde que estudiaba me visualizaba de esa manera.

Entonces ¿La doctora Mónica que se ve en pantalla tiene el patrón de un personaje o simplemente es usted?

-Allí siempre soy yo. Absolutamente yo. Una de las ventajas que yo tengo es que no poseo distintas formas de ser. Lo que ven en pantalla siempre voy a ser yo; es mi esencia. Es más (risas) me llaman ex compañeros de trabajo y me dicen que recuerdan cuando laborábamos juntos en los Tribunales. ‘Sigues siendo tú’, me dicen. En Se ha Dicho no soy un personaje, no es un guión. Y soy así: sarcástica, expresiva, pero también soy muy humana. Lo único que podría cambiar es que cuando estoy allí tengo un rol de autoridad, como decisora, de instrumento para aplicar la justicia y eso genera un rol particular.

¿Un caso donde las lágrimas no se contuvieron a lo largo de estos dos años?

-Han sido varios. Cada caso lleva una carga de emociones que respeto mucho porque el conflicto, sea cual sea, es importante para quien lo presenta. De tantos casos recuerdo uno que me hizo  llorar frente a las cámaras. El caso trataba sobre un chico que estaba extraviado, con discapacidad mental,  toda Venezuela lloró con el caso, a pesar de ser una persona discriminada y rechazada insistía en que creía en Dios. Fue un mensaje muy importante para todos. Allí las lágrimas me acompañaron, del resto trato muchas veces de contenerme, como te dije: soy humana y muy sensible.

Dice que la objetividad es un valor incondicional en Se ha dicho…

-Así es. Por ello normalmente no te pones en los zapatos de la otra persona, porque la objetividad necesariamente te lleva a que te abstraigas de visualizarte en el rol de las partes, pero sí te conmueves con el dolor de la gente. Te duele porque sufren y da impotencia no poder resolver todos los casos, o tener una capacidad para actuar más allá de una simple mediación. Otras veces se toman decisiones que no son sencillas, porque son duras, pero la ley es la ley, y ella no tiene sentimientos.

¿Qué valor siempre resalta el espacio?

-Son muchos. Siempre hablo de valores y principios. Mi formación familiar y cristiana me impone eso como parte de mi vida. La responsabilidad, la solidaridad, el respeto, la educación, el cumplimiento de la norma, todo eso y más porque todos  son importantes para vivir en sociedad. Yo insisto mucho en esto durante el programa, no vemos solo la parte legal, sino la de los principios, la de los valores, entre otras cualidades que nos hacen mejor seres humanos. ¡Ojo! Hay casos que muestran el antivalor, pero lo regulamos porque existe una Ley que debemos respetar, y es lo que hacemos desde el primer día, de un caso que pueda ser un antivalor, generar un valor.

Siendo una figura respetada del Derecho ¿Cómo maneja la fama que llegó con el “boom” de Se ha dicho?

-Es algo particular y abrumador. Las posiciones públicas me hicieron ocupar cargos relevantes, y eso te convierte en una persona pública, pero en otras magnitudes. A los 24 años dirigía todas las cárceles de este país, entonces era como un fenómeno distinto para los medios, y eso me permitió estar siempre bajo la mira de la opinión pública. Lo manejo con humildad, con agradecimiento y con simpatía. Pero pasa algo muy interesante de analizar, obviamente no me considero estrella o artista, la gente te ve distinto y te valora distinto, te reconocen por ser pública pero saben que no eres una estrella de TV. Por ejemplo, el abordaje es siempre como temeroso. Se disculpan para tomarse una foto o saludarme y yo les digo: ¡Claro vamos! Es como si vivieras en un pequeño pueblo y todo el mundo te conoce, la gente me siente como muy cercana y yo también a ellos, es como normal. Es mucho cariño y también mucho respeto. Yo esto lo llevo con total normalidad.  Pero sin duda es abrumador y hasta divertido cuando vas caminando y escuchas murmullos o en alguna ocasión la gente juega y te va presentando casos para solucionar en cualquier lugar (risas). Es hermoso el cariño de la gente, ha sido una experiencia única. No he cambiado, ni cambiaré, tengo mi ego muy buen puesto.

Algo nuevo trae Se ha dicho…

– Aunque de alguna manera el formato continuará igual, quizás habrá un poco más de calle o casos donde se requieran inspecciones, que haya que ir para ver el estado de algunas cosas para tomar decisiones; algunas situaciones serán llevadas por los PoliSehaDicho. También viene algo más íntimo, le daremos unos minutitos a responder personalmente correos electrónicos, pero ya en mi camerino, no en el set. Poco a poco se verá. Mi equipo de producción es maravilloso y estoy segura siempre tomará las mejores situaciones.